El Ayuntamiento de Jerez destruye el último vestigio de la fallida Ciudad del Flamenco

15 años después de que el prestigioso arquitecto suizo Jacques Herzog mostrara a la ciudad un pedazo de cómo sería el icónico edificio, la piqueta derriba una obra en la que se invirtió tiempo y dinero, y que al menos podía haber dado lustre a una rotonda

El 'mock-up' de Herzog & De Meuron, último vestigio de la Ciudad del Flamenco, casi demolido este jueves en plaza Belén.

En marzo de 2007 el arquitecto suizo Jacques Herzog, premio Pritzker (los Oscar de la arquitectura), visitó Jerez. Acompañado por otros miembros del estudio, como Christine Binswanger y David Koch, paseó junto al entonces delegado de Urbanismo y exalcalde, Pedro Pacheco, por la plaza Belén. Allí revisaban el suelo en el que se iba a levantar el proyecto promovido por el Ayuntamiento de Jerez.

Su estudio, compartido con el otro gran arquitecto de fama mundial Pierre de Meuron, se había hecho con el concurso internacional para diseñar y pilotar la construcción de la Ciudad del Flamenco y del Centro Europeo de la Música Andalusí.

Dos años después de la primera piedra, aquel acto sirvió para presentar una maqueta, un mock-up en términos de diseño arquitectónico, que mostraba a tamaño real un pedazo de la torre, un muro perforado basado, contaba el estudio, en "una topografía artificial cuya iconografía y espíritu están inspirados en las tradiciones árabe y gitana, así como en la cultura cotidiana actual". 

Han pasado 15 años de aquella visita. El proyecto se fue a pique. Nadie quiso saber nada de una supuesta obra faraónica que costaba diez veces menos que el segundo Puente de la Bahía de Cádiz o que otros enormes mamotreros inútiles repartidos por toda la geografía nacional al calor del pelotazo inmobiliario. El Ayuntamiento de Jerez demuele estos días ese último vestigio de un proyecto icónico que no fue. Las críticas no se han hecho esperar, pues al menos en alguna rotonda podría haberse buscado acomodo a la maqueta de aquel pedazo de Ciudad del Flamenco.

Esta maqueta, en la que según ha sabido este medio se invirtieron unos cinco meses de trabajo, era lo que quedaba en Jerez con la firma de Herzog & De Meuron, arquitectos con estudio en Basilea que han diseñado el estadio del Bayern Munich (Allianz Arena), el Estadio Olímpico de Pekín, el Caixafórum de Madrid, o la ampliación de la Tate Modern de Londres.

Archivado en: