Durante la última romería del Rocío, una vecina de Jerez vivió un auténtico calvario al ser atacada por una de las arañas más peligrosas del mundo: la araña violinista (Loxosceles laeta), también conocida como reclusa chilena o araña de rincón. Su picadura le provocó una infección tan grave que los médicos advirtieron que podría haberle costado la vida.
La mujer se encontraba trabajando en una casa en la Aldea de El Rocío cuando fue mordida por el arácnido. Aunque en un primer momento acudió a un centro de salud, la gravedad del caso obligó a su traslado al Hospital de Huelva, donde fue sometida a un tratamiento intensivo.
Una picadura con consecuencias potencialmente letales
Según los facultativos que la atendieron, el veneno de esta araña puede provocar infecciones tan agresivas que llegan incluso a requerir la amputación del miembro afectado. En casos extremos, la picadura puede resultar mortal. La rápida actuación del personal sanitario fue clave para evitar un desenlace trágico.
Tras varias horas de atención médica, los especialistas lograron estabilizar a la paciente y detener la infección. El tratamiento aplicado surtió efecto gracias a que los médicos identificaron rápidamente al insecto causante del ataque, lo que permitió actuar con precisión.
Ante una picadura de araña violinista, es crucial actuar con rapidez y precaución. Lava la zona con agua y jabón, aplica hielo para reducir la inflamación y el dolor, y busca atención médica de inmediato. Es importante evitar remedios caseros o aplicaciones de torniquetes, ya que podrían empeorar la situación.
La araña violín ya se ha detectado en el sur de España
La presencia de esta especie sudamericana se ha detectado en zonas del sur de España, especialmente en lugares cálidos y poco transitados como el interior de las casas. Se trata de un arácnido que suele esconderse en grietas, esquinas o rincones oscuros, lo que le da uno de sus muchos nombres comunes: “araña de los rincones”.
Durante esta romería, varias personas más sufrieron picaduras, aunque de menor gravedad. Los expertos advierten que este tipo de arácnidos se ocultan y no suelen dejarse ver. No obstante, su mordedura puede tener consecuencias devastadoras si no se trata a tiempo.
Familiares de la jerezana aún se estremecen al recordar el episodio. La picadura provocó una gran hinchazón en la pierna, además de una herida que, según los médicos, era compatible con el ataque de la Loxosceles laeta. Afortunadamente, la mujer consiguió salir adelante y retomó su labor en la Aldea, aunque sigue bajo control médico. A día de hoy, continúa acudiendo a revisiones periódicas para comprobar la correcta cicatrización de la herida que le dejó una de las arañas más temidas del planeta.



