La Junta de Andalucía ha inaugurado este martes en Jerez una estatua en memoria de Álvaro Domecq, figura clave en la proyección internacional del caballo andaluz y fundador de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre. El acto, presidido por el consejero de Turismo y Andalucía Exterior, Arturo Bernal, ha servido como homenaje público apenas una semana después del fallecimiento del rejoneador y ganadero jerezano, Hijo Predilecto de la ciudad y Medalla de Andalucía.
Bernal ha subrayado la "enorme trascendencia" del legado de Domecq y lo ha definido como "un visionario que supo transformar la tradición ecuestre en patrimonio vivo, reconocido y admirado en todo el mundo". Junto a él han participado representantes institucionales y del sector ecuestre, entre ellos el primer teniente de alcaldesa, Agustín Muñoz; el escultor Jorge Montalvo Flores; y Luis Domecq, sobrino del homenajeado.
El consejero ha destacado que la creación de la Real Escuela Andaluza del Arte Ecuestre constituye "uno de los mayores legados" del jinete y ganadero. Según ha recordado, el espectáculo Cómo bailan los caballos andaluces se consolidó gracias a su talento y "se convirtió en un símbolo de identidad y orgullo para Jerez, Andalucía y España".
Durante su discurso, Bernal ha insistido en que el espíritu de Domecq continúa vigente en la institución. "La Real Escuela seguirá avanzando porque el espíritu de Álvaro Domecq permanece en cada jinete, en cada doma y en cada caballo que emociona al público", afirmó, antes de remarcar que su figura "sigue inspirando a nuevas generaciones".
El acto ha congregado a miembros del patronato de la Fundación Real Escuela, jinetes y personal de la institución, además de la familia del homenajeado. Álvaro Domecq falleció el 18 de noviembre a los 85 años, dejando una profunda huella en el mundo del caballo, del toro y del vino, tres ámbitos que marcaron su trayectoria y su influencia en la imagen de Jerez. Cayetano Martínez de Irujo, amigo personal y persona muy vinculada al mundo del caballo, ha estado presente en el acto.
La escultura inaugurada es obra del artista ecuatoriano Jorge Montalvo, reconocido internacionalmente por sus piezas dedicadas al caballo y presente en colecciones y museos de más de 40 países. El monumento se ubica frente al picadero cubierto que ya lleva el nombre de Álvaro Domecq y ha sido presentado acompañado por dos jinetes de la Real Escuela, un gesto simbólico que reforzó la estrecha relación del homenajeado con la institución.
Un embajador de Jerez en el mundo
En su intervención, Agustín Muñoz, primer teniente de alcaldesa, ha recordado la "importancia determinante" de Domecq en la historia reciente de la ciudad y lo ha descrito como "un embajador incomparable de Jerez en el mundo". Muñoz señaló que su capacidad para unir la tradición del caballo, el toro y el vino consolidó tres pilares esenciales de la identidad local.
Muñoz resaltó que el monumento viene a reforzar el papel del fundador en la difusión del caballo español y del espectáculo Cómo bailan los caballos andaluces, pieza central de la proyección internacional de la Real Escuela. La institución, afirmó, continúa siendo "referente mundial del arte ecuestre".
El acto concluyó con las palabras de Luis Domecq, en representación de la familia, y con la clausura por parte del consejero Arturo Bernal, quien definió la estatua como "un recordatorio permanente del inmenso regalo que nos dejó: un caballo andaluz elevado a arte, cultura y patrimonio universal".
