Ana Domínguez, la mujer que gobierna en las entrañas de la bodega más grande de Europa

Lleva once años como capataz en Williams & Humbert, la bodega de mayor tamaño de Europa, en la que se almacenan ni más ni menos que 60.000 botas: “El destino me ha ido llevando a esto”

La capataz de Williams Ana Domínguez, junto a una bota.
La capataz de Williams Ana Domínguez, junto a una bota. JUAN CARLOS TORO

Los oficios bodegueros y la artesanía mantienen una relación muy estrecha en unas labores fundamentales para que los vinos de Jerez sean lo que son desde hace… En estos oficios perviven factores como la intuición y ante todo la sabiduría, activos que no se aprenden en los libros. Con el jerez sucede como con criar a un niño, hay que cuidarlo desde bebé hasta que llega a la madurez sin que ningún factor altere un crecimiento y un desarrollo a la sombra de cascos de bodegas, entre albero, roedores y espartos tapando los altos ventanales.

Para que ese proceso sea el que tiene que ser, precisa de operarios con oficio y, por encima de ellos, en la brega bodeguera, el capataz. Son trabajos que tradicionalmente han estado en manos de hombres. A día de hoy se está produciendo un cambio en este sentido, ya que la cualificación de muchas mujeres han llevado a estas a asumir funciones que antes les eran vetadas o simplemente no aspiraban a ellas.

Ana Dominguez venenciando en la bodega.    JUAN CARLOS TORO
Ana Dominguez, venenciando en la bodega.    JUAN CARLOS TORO

"Desde muy pequeñita los olores de los vinos los tengo en el recuerdo"

“Que yo sepa soy la única mujer como capataz, aunque debo decir que en Maestro Sierra la propietaria, Pilar Pla, que hacía trabajos de laboratorio, me dijo pues no eres la única, porque yo también hago labores de campo. Así que me alegro mucho de que ya haya alguna más”. En cualquier caso, hablamos de dimensiones diferentes en cuanto a la responsabilidad de vigilar y controlar una bodega enorme a una de un tamaño muy inferior".

La capataz de la bodega, recogiendo una muestra en la jarra. JUAN CARLOS TORO
La capataz de la bodega, recogiendo una muestra en la jarra.   JUAN CARLOS TORO 

Ana Dominguez explica cuáles son sus funciones. “Sobre todo, es seguir las directrices que marca la dirección técnica para que se lleven a cabo. Esta dirección técnica señala lo que hay que hacer, pero el que ejecuta el trabajo es el capataz con los operarios”, dice.

Desde hace 11 años es capataz, "algo que, además, me apetecía mucho. Cuando hubo ese cambio en mi vida, me apetecía pasar de la oficina y centrarme en lo que es el mundo dentro de la bodega, en el movimiento de los vinos, algo que yo tenía tan cerca en mi recuerdo y en mi memoria. El destino me ha ido llevando a esto”.

"No es fácil llevar una gran bodega como esta. Son más de 60.000 microsistemas; cada bota es un mundo"

Curiosamente, Ana es licenciada en Ciencias del Mar y Técnico Superior de Vitivinicultura. Estuvo una década como responsable de calidad. El dato, antes señalado, es que la de Williams es la bodega más grande Europa con 60.000 botas. Evidentemente, la responsabilidad es enorme, tan solo con mirar ese infinito de las calles que discurren entre las andanas, lo que deja claro que el capataz tiene una tarea al menos complicada: “Fácil no es porque es la bodega más grande de Europa, como casco de bodega. Como yo digo, son más de 60.000 microsistemas, porque cada vasija es un mundo y cada vino requiere su tiempo, su elaboración y su dedicación”.

Ana dominguez marcando una bota. JUAN CARLOS TORO
Ana Domínguez, marcando una bota.   JUAN CARLOS TORO

La costumbre o la tradición convirtió el trabajo bodeguero en algo restringido al hombre, algo que en su caso Ana dice que no ha percibido en su labor diaria por romper esa hegemonía: “Afortunadamente, los tiempos están cambiando, esa visión se tuvo hace mucho tiempo, porque cuando yo llegué ya había mujeres trabajando que no eran visibles, pero sí que estaban y lo hacía muy bien”, aunque reconoce que “siempre he sido un poco pionera en ese aspecto y cuando yo llegué aquí había una compañera que era la responsable de almacén y otra que estaba al cargo de calidad. O sea que en esta empresa de siempre ha contado con la presencia femenina. Siempre ha habido muchas mujeres aquí en Williams, en cargos importantes”.

"Lo tengo claro, soy una más y vengo a trabajar con ropa de faena"

“Tenemos que trabajar todos para poder vivir. Pero si encima tienes la suerte de dedicarte a lo que te apasiona, entonces es mucho más gratificante”, reconoce Ana Domínguez, que insiste en resaltar que "tengo un equipo en el que yo soy una piececita más”. Por último, recuerda que antes “los capataces venían muy arreglados y se diferenciaban bien de todos los demás. Yo eso lo tuve claro desde el principio; soy una más y vengo a trabajar con mi ropa de faena”.

Sobre el autor:

KIKO ABUIN 1

Kiko Abuín

Periodista.

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