La cocina de autor del chef jerezano Israel Ramos ha aterrizado en Japón como parte del cartel del Flamenco Jazz Festival Japan, Oh! Jazz!, una cita que propone una inédita fusión de flamenco, jazz y gastronomía en escenarios singulares de Tokio, Yokohama y Kamakura. El responsable del restaurante Mantúa, galardonado con una Estrella Michelin y dos Soles Repsol, participa en esta experiencia inmersiva con menús diseñados especialmente para el evento.
El festival, que se celebra del 22 al 31 de mayo, ofrece un recorrido artístico y sensorial entre dos culturas de fuerte identidad como la japonesa y la española, con la cocina como hilo conductor. Ramos ha trasladado hasta Japón algunas de sus creaciones más representativas, como el Gazpachuelo de ostra con pepino y cilantro, la Lubina al pan frito de Sanlúcar con aire de fino o el Pulpo con setas y jugo de rabito de cerdo al palo cortado.
“La experiencia está siendo muy enriquecedora. Nos une el respeto por el producto y la tradición, y eso lo percibo en la curiosidad con la que los comensales japoneses se acercan a nuestra cocina”, ha explicado Ramos desde Tokio. Sus propuestas culinarias están siendo degustadas por un selecto grupo de asistentes con alto perfil cultural y económico.
Organizado por Oh! Jazz en colaboración con la Embajada Española en Japón, el Instituto Cervantes y la Cámara de Comercio Española en Japón, el festival ha logrado reunir a reconocidos artistas del flamenco y el jazz en actuaciones conjuntas, entre ellos Josemi Carmona, Sandra Carrasco, Israel Suárez “Piraña”, Alex Conde o Nino de los Reyes.
El chef jerezano ha diseñado tres menús únicos para esta ocasión, que se ofrecen en espacios tan diversos como el Instituto Cervantes de Tokio, el hotel Ritz-Carlton, el templo zen Kenchō-ji de Kamakura o el club de jazz Body&Soul, epicentro de este género en la capital japonesa. “Es una cocina libre, sin prejuicios, que busca emocionar y ofrecer una visión diferente de nuestra tierra”, afirma Ramos.
Un puente entre dos culturas
Además de las cenas y conciertos, el festival incorpora talleres, conferencias y encuentros entre artistas, chefs y público, creando un ambiente de intercambio cultural profundo. La iniciativa pretende consolidarse como un puente entre ambas culturas, a través de una programación que estimula todos los sentidos.
Los eventos no solo tienen un componente artístico, sino también diplomático y promocional, al contar con el respaldo de instituciones culturales españolas. En ese sentido, la Embajada de España en Tokio y el Instituto Cervantes se han convertido en espacios clave para la difusión de la cultura española contemporánea.
Israel Ramos ha sido uno de los grandes protagonistas gastronómicos de esta edición, mostrando cómo la alta cocina andaluza puede dialogar con otras tradiciones y conquistar paladares internacionales. Su participación refuerza la presencia de Jerez como referente no solo musical y vinícola, sino también culinario, en el mapa global.



