Estafadores suplantan a ING y el banco acaba pagando más de 12.000 euros a la víctima en Jaén

Juan, vecino de Baeza, encontró cargos en su cuenta bajo el concepto Revolut Dublin que superaba su límite diario

Facua Jaén denuncia al banco ING.
22 de septiembre de 2025 a las 13:50h

El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Baeza ha dictado una sentencia contra ING obligando a la entidad a reembolsar 12.450 euros a un socio de Facua Jaén víctima de una estafa conocida como smishing, en la que los delincuentes suplantan la identidad del banco a través de mensajes de texto. Además, el banco deberá abonar 327 euros en intereses legales y 2.015 euros en costas judiciales.

Según la resolución, firmada por la jueza Sara Castillo Liranzo, el afectado "actuó conforme a los conocimientos de cualquier ciudadano medio y fue presto en notificar los cargos indebidos". El fallo también señala que ING "no ha actualizado de forma suficiente los sistemas de seguridad", permitiendo operaciones que superaban los límites fijados por el propio cliente.

El 28 de febrero de 2024, Juan de la Poza Pérez, vecino de Baeza, recibió un SMS supuestamente enviado por ING en el que se advertía del bloqueo de una operación sospechosa. Poco después llegó un segundo mensaje en el que le pedían completar información de sus tarjetas. Juan decidió ignorar ambos avisos.

Sin embargo, minutos más tarde recibió una llamada que su móvil identificó como ING-Majadahonda. En la conversación, los estafadores le instaron a pinchar en un enlace y, posteriormente, a transferir dinero a una cuenta que, según ellos, se había abierto a su nombre. En ese momento, comenzó a sospechar y colgó. Pero ya era tarde: en su cuenta se había cargado una transferencia de 4.950 euros bajo el concepto Revolut Dublin.

Lo más grave es que el banco no le envió los códigos de doble autentificación y permitió una operación que excedía el límite diario de 3.000 euros fijado por el cliente.

Un segundo cargo y el silencio del banco

Semanas después, Juan descubrió un nuevo cargo de 7.500 euros, también con el concepto Revolut Dublin. En total, había perdido 12.450 euros. Al denunciar lo ocurrido y exigir responsabilidades, ING se desentendió y argumentó que "con carácter general las entidades bancarias no pueden ordenar la retrocesión unilateral de un pago realizado con tarjeta".

Ante la negativa, el afectado se asoció a Facua Jaén, que llevó el caso a los tribunales. Finalmente, la jueza ha dado la razón al consumidor y ha condenado al banco a devolver el dinero sustraído, además de los intereses y costas judiciales.

Sobre el autor

Patricia Merello

Ver biografía