El senador del Partido Popular por Huelva, Carmelo Romero, ha matizado sus recientes declaraciones sobre el fallo en los programas de cribado de cáncer de mama en Andalucía, asegurando que no pretendía responsabilizar a los profesionales sanitarios. El dirigente popular ha lamentado que sus palabras pudieran haberse interpretado como un reproche al personal médico y ha explicado que su intención era destacar la necesidad de aprender de los errores ocurridos.
En un comunicado, el también exalcalde y concejal del Ayuntamiento de Palos de la Frontera ha expresado su respeto y apoyo hacia los médicos y el resto del personal sanitario, a los que ha considerado la base del sistema público de salud. Romero ha subrayado que los profesionales no constituyen el problema, sino parte esencial de la solución, e insistió en que su reflexión buscaba promover la mejora continua en la gestión sanitaria.
La explicación del senador
El senador ha explicado que su objetivo era remarcar la importancia de asumir responsabilidades y revisar los procedimientos para evitar que incidentes similares vuelvan a producirse. En este sentido, ha recordado que las más de 2.300 mujeres afectadas por el fallo en el sistema de cribado deben ser la principal preocupación de las autoridades sanitarias y ha apelado a la cooperación entre la administración y los profesionales del sector para fortalecer el sistema andaluz de salud.
Romero ha expresado también su respaldo al trabajo de la Consejería de Sanidad, que ha puesto en marcha una auditoría del programa de cribado, y ha defendido la necesidad de actuar con transparencia y colaboración. Ha señalado que el objetivo no debe ser buscar culpables, sino garantizar que todas las mujeres reciban la atención médica adecuada, y ha manifestado su confianza en la profesionalidad y compromiso del personal sanitario andaluz.
El dirigente popular ha concluido resaltando que la sanidad pública andaluza cuenta con grandes profesionales cuyo esfuerzo merece respaldo y reconocimiento. Ha insistido en que la prioridad debe ser la atención a las pacientes y la mejora de los mecanismos de detección precoz, con el propósito de evitar que ninguna mujer quede fuera del sistema de control y diagnóstico.