Huelva ha despedido este miércoles a Antonio Herrero Romero, uno de los fundadores del grupo Los Marismeños y figura destacada del flamenco y la música rociera. La ciudad se ha teñido de luto por la muerte de quien fue parte esencial de una de las formaciones más emblemáticas del género andaluz. Herrero Romero formó parte del grupo desde sus inicios, junto a Emilio Losada López, Manuel Millán Vázquez, conocido como “El Bola”, y Antonio Vázquez Mendoza. Juntos dieron sus primeros pasos en Huelva, donde comenzaron a interpretar rumbas, sevillanas y fandangos que marcarían el estilo de la agrupación.
A lo largo de su trayectoria, Los Marismeños se consolidaron como una referencia de la música popular andaluza, combinando raíces flamencas con un marcado espíritu festivo. Antonio Herrero permaneció en el grupo hasta 1992, cuando decidió emprender su carrera en solitario. En esa nueva etapa mantuvo viva la esencia rociera que lo caracterizaba, proyectando su identidad onubense y su estilo personal en cada actuación.
Su salida fue un punto de inflexión en el grupo
La salida de Herrero Romero dejó un vacío notable en la formación, que durante casi veinte años no encontró un sustituto estable para ocupar su lugar. Su aportación artística y su particular manera de interpretar las sevillanas se convirtieron en un referente que siguió influyendo en el grupo y en el panorama musical andaluz.
El fallecimiento del artista ha causado una profunda conmoción en el mundo del flamenco, especialmente en su tierra natal. Numerosos compañeros, amigos y admiradores han expresado su pesar a través de mensajes en redes sociales, destacando su legado artístico y su calidad humana. Con su muerte, el flamenco pierde una voz reconocida por su fuerza y autenticidad.
