El Festival de Huelva de Cine Iberoamericano ha vuelto a poner en el centro a uno de los intérpretes más queridos del audiovisual español: Fernando Tejero, que este año ha sido distinguido con el Premio Ciudad de Huelva, el máximo reconocimiento del certamen. El actor cordobés, con una trayectoria marcada por su capacidad para saltar de la comedia al drama con absoluta naturalidad, recogió el galardón visiblemente emocionado.
Tejero confesó que este premio le llega "en un momento muy especial", no solo por lo que significa profesionalmente, sino porque se trata de un festival al que le tiene un cariño particular. Recordó que su primera visita fue para entregar exactamente el mismo reconocimiento a Ernesto Alterio, una experiencia que —como dijo entre risas— le hizo preguntarse si algún día llegaría su turno.
"A los 60, estos premios saben diferente"
Durante su intervención, el intérprete aseguró que recibir un reconocimiento a su carrera le provoca una mezcla de gratitud y vértigo. "Es un honor enorme, son 30 años de trabajo", afirmó. Y añadió: "Me encanta que me den premios, pero luego me pongo muy nervioso cuando tengo que salir a recogerlos". También ironizó con la edad: "Se agradece muchísimo que llegue ahora, a los 60, y no cuando ya estás más para allá que para acá".
El actor reveló que escribir el discurso la noche anterior le removió más de lo esperado. Recordar su recorrido, los proyectos, los compañeros de camino y los obstáculos superados le llevó, según confesó, a emocionarse en varias ocasiones. Sobre sus preferencias interpretativas, fue claro: "La comedia es más complicada que el drama. Conseguir que la gente se ría es dificilísimo".
De Córdoba a la gran pantalla: una carrera llena de momentos clave
Nacido en Córdoba, Fernando Tejero dio sus primeros pasos en Madrid tras formarse en la escuela de Cristina Rota. Su etapa con la compañía Animalario, junto a nombres como Alberto San Juan, Ernesto Alterio y Guillermo Toledo, marcó el inicio de una carrera que pronto despegaría. El gran salto lo dio en 2003 con la película Días de fútbol, por la que ganó el Goya a Mejor Actor Revelación. Ese mismo año, su incorporación a Aquí no hay quien viva lo convirtió en un rostro imprescindible de la ficción española.
Desde entonces ha participado en títulos tan populares como El penalti más largo del mundo, Torremolinos 73, Crimen ferpecto, Cinco metros cuadrados o Modelo 77, por la que fue nominado al Goya como Mejor Actor de Reparto; o su proyecto más reciente es El Cautivo, dirigida por Alejandro Amenábar, donde interpreta a Juan Blanco de Paz.
