Motril, en la provincia de Granada, vivió este lunes una jornada cargada de emoción y memoria. Más de un centenar de personas rindieron homenaje a María Teresa Fernández, la joven desaparecida en el verano del año 2000, en un acto celebrado en el Parque de los Pueblos de América, donde se encuentra el monolito que lleva su nombre.
El tributo, al que asistieron familiares, amigos, la alcaldesa Luisa García Chamorro, miembros de la corporación local y el periodista Paco Lobatón, consistió en la colocación de dos ramos de flores blancas y en la suelta de 25 globos en forma de corazón, uno por cada año sin respuestas sobre su paradero.
“No vamos a tirar la toalla”, aseguró Mercedes Fernández, hermana de María Teresa, quien recalcó que seguirán con la búsqueda “mientras les queden fuerzas” y pidió colaboración ciudadana: “Alguien tuvo que ver algo. Que lo cuente, por insignificante que parezca”.
Reclamo de una ley para las familias de desaparecidos
Durante el acto, el periodista Paco Lobatón, promotor de la Fundación Europea por las Personas Desaparecidas QSD Global, destacó la lucha de la familia y defendió la necesidad de aprobar una ley y un estatuto sobre las personas desaparecidas que amparen a las familias en esta situación.
Lobatón recordó que, gracias al Plan Estratégico sobre Personas Desaparecidas, se han conseguido resolver ya 35 casos de larga duración.
La alcaldesa de Motril insistió en que el esclarecimiento del caso de María Teresa es una “lucha de toda la ciudad” y aseguró que “no vamos a rendirnos”.
Por su parte, Teresa Martín, madre de la joven, expresó el dolor de la familia tras “25 largos años que hay que pasarlos, sufrirlos y vivirlos”, pero reafirmó su compromiso: “Tenemos que averiguar primero qué pasó aquella tarde, y después encontrarla”.