La ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, ha informado de la recepción de una carta remitida por Daniel, el hijo menor de Juana Rivas, en la que el menor, de once años, solicita ayuda al sentirse atemorizado ante la posibilidad de regresar a Italia con su padre. Según ha explicado la titular del Ministerio, el contenido del mensaje refleja una profunda angustia por parte del niño, quien expresa su deseo de no volver al país en el que reside su progenitor.
A raíz de esta comunicación, el Ministerio ha trasladado el caso a la Fiscalía General del Estado con el objetivo de garantizar que se respeten los derechos del menor. En el escrito remitido, la ministra ha hecho referencia a la normativa nacional e internacional vigente en materia de protección de la infancia, subrayando la obligación de escuchar y atender la voluntad expresada por los menores en situaciones judiciales que les afectan directamente.
Rego ha manifestado la intención del Ministerio de continuar actuando con firmeza en defensa de los derechos del niño, en línea con el principio del interés superior del menor. La responsable del departamento ha recordado que tanto las leyes españolas como los tratados internacionales reconocen a los menores el derecho a ser oídos y a que su opinión sea tenida en cuenta en los procedimientos que les impliquen.
El conflicto con Italia
El caso se enmarca en el proceso judicial que involucra a Juana Rivas y al padre de sus hijos, el ciudadano italiano Francesco Arcuri, quien ostenta la custodia legal. Un juzgado de Granada ha ordenado recientemente la entrega del menor al progenitor, en cumplimiento de una resolución dictada por la justicia italiana.
La decisión del Juzgado de Primera Instancia número 3 de Granada responde a la denuncia presentada por Rivas a finales del pasado año, cuando regresó con el menor a España alegando presuntos malos tratos por parte del padre. Desde entonces, el niño ha permanecido en el país junto a su madre, contraviniendo la orden judicial de restitución internacional.
El caso de Juana Rivas tuvo un amplio seguimiento mediático en 2017, cuando permaneció un mes en paradero desconocido con sus hijos para evitar su entrega al padre. En 2021, el Tribunal Supremo confirmó su condena por sustracción de menores, aunque rebajó la pena inicial de cinco años a dos años y medio de prisión, al considerar que se trató de un único delito pese a haber afectado a dos menores.