La Guardia Civil mantiene abiertas dos líneas de investigación tras la muerte de un niño de once años, de origen boliviano, que fue atropellado el pasado domingo en Huétor Tájar, en el Poniente de Granada. Por un lado, el cuerpo analiza las circunstancias del accidente ocurrido en la A-92 a primera hora de la mañana, y por otro, indaga la posibilidad de que el menor hubiera sido víctima de acoso escolar, a raíz de las declaraciones de su familia. Ambas diligencias son independientes y, por el momento, no existen indicios que relacionen ambos hechos.
Fuentes de la investigación citadas por Europa Press señalaron que hasta la fecha no se ha presentado ninguna denuncia formal sobre un posible caso de acoso escolar. En cuanto al siniestro, no se ha identificado a ningún investigado ni se han hallado elementos que apunten a un suceso distinto a un accidente de tráfico.
Desde la Junta de Andalucía, la Inspección Educativa ha indicado que no dispone de información sobre presuntos episodios de acoso relacionados con el menor. La Consejería de Desarrollo Educativo ha subrayado que el caso está bajo investigación policial. El centro educativo Padre Manjón, donde estudiaba el niño, lamentó públicamente su fallecimiento en un comunicado difundido este lunes, que generó numerosas reacciones en redes sociales.
La madre del menor explicó en declaraciones a Canal Sur Televisión que su hijo salía a hacer ejercicio por las mañanas con la intención de bajar de peso y que sufría burlas por su aspecto físico y su origen. Según relató, el niño evitó denunciar la situación. La familia recordó un episodio en el que el menor regresó del colegio con un chicle pegado en el pelo, hecho que fue comunicado al centro, donde se habría abierto un parte contra el presunto responsable. Su hermana añadió que los episodios de hostigamiento también se producían fuera del entorno escolar.
El apoyo del Ayuntamiento
El Ayuntamiento de Huétor Tájar ha asumido los gastos del sepelio y ha activado un protocolo de atención psicológica para la familia. El alcalde, Fernando Delgado, explicó que la cooperativa agrícola en la que trabajaba la madre del menor también se ofreció a cubrir los costes funerarios, al tratarse de una familia humilde residente en el municipio, de unos 10.600 habitantes.
El accidente se produjo sobre las 6.45 horas, a la altura del kilómetro 201 de la A-92, cuando un vehículo que se incorporaba a la autovía atropelló al menor. Las primeras pesquisas apuntan a que el niño caminaba desde un carril bici y no llegó a acceder a la autovía, siendo arrollado en una vía de aceleración cercana a un área de servicio. El entierro se celebró este lunes por la tarde, mientras la Guardia Civil continúa analizando las imágenes de las cámaras de seguridad para esclarecer las circunstancias del suceso.
