La Federación de Servicios Públicos de UGT ha lanzado una grave denuncia sobre lo que califica como una situación “lamentable” en el transporte de pacientes críticos desde el nordeste de la provincia de Granada hasta los hospitales de la capital. El sindicato advierte de que esta práctica, fruto de una “nefasta gestión”, pone en riesgo la vida de los enfermos y deja desatendidos a más de 30.000 habitantes de la comarca de Baza.
Según la organización, los pacientes en estado crítico, cuya vida depende de un traslado rápido y especializado, sufren las consecuencias de una administración incapaz de garantizar un transporte sanitario adecuado. Desde UGT aseguran que el problema se agrava por la imposibilidad de utilizar el helicóptero del 061 durante la noche o en condiciones meteorológicas adversas, y por la ausencia de ambulancias con personal especializado en este tipo de traslados.
Ante esta carencia, explican que en los últimos días son los equipos de urgencias de atención primaria de Baza y Guadix los que deben asumir la responsabilidad del traslado. Estos profesionales dejan sus zonas de cobertura sanitaria para acompañar al enfermo hasta un punto intermedio, que puede ser una área de servicio o el Puerto de La Mora, donde finalmente se encuentran con el equipo especializado procedente de Granada capital.
Riesgo para enfermos
UGT describe como “lamentable” la escena que se repite en plena autovía: el trasvase del paciente crítico entre dos ambulancias, una operación que obliga a desconectarlo de los aparatos vitales para volver a conectarlos en el nuevo vehículo. Todo ello, subrayan, se realiza a la intemperie, en condiciones que pueden incluir frío, lluvia o viento, y con una duración que no baja de 20 minutos, lo que incrementa el riesgo para el enfermo.
El sindicato alerta además de que esta práctica deja a miles de ciudadanos de Baza y Guadix sin cobertura sanitaria inmediata, al tiempo que retrasa la atención a los pacientes en estado grave. Para UGT, la situación pone en evidencia al Servicio Andaluz de Salud (SAS) y refleja una deficiente planificación sanitaria que “compromete la seguridad y dignidad de los pacientes más vulnerables”.
