La Universidad de Granada (UGR) ha lamentado este viernes el fallecimiento de la jiennense María Castellano, una figura pionera en el ámbito académico español y referente en la lucha contra la violencia de género. Castellano fue la primera mujer en alcanzar una cátedra en una facultad de Medicina en España y recibió en 2020 la Medalla de Oro de Andalucía por su labor en Ciencias Sociales y Letras.
A través de un mensaje difundido en su perfil oficial en la red social X, la UGR ha expresado su pesar por la pérdida de quien fue antigua alumna, profesora y catedrática en esta institución. En sus palabras, ha resaltado especialmente sus “estudios y trabajos contra la violencia familiar y de género”, línea de investigación que marcó gran parte de su trayectoria profesional.
Un legado pionero desde Andalucía
La Junta de Andalucía subrayó, en el decreto con el que le otorgó la Medalla de Andalucía, el carácter pionero de Castellano en el ámbito universitario. Nacida en Jaén en 1948, fue reconocida como “una andaluza pionera en el ámbito universitario y en el estudio de la violencia contra la mujer”.
Procedente de una familia humilde, Castellano estudió Medicina y Cirugía en la Universidad de Granada y se doctoró por la misma institución en 1977. Un año más tarde, inició su carrera como profesora adjunta de Medicina Legal y amplió su formación en el Instituto de Medicina Legal de Lieja, en Bélgica, bajo la tutela del profesor Armand André.
Durante su estancia en Bélgica, se especializó en marcadores genético-moleculares, una herramienta clave en investigaciones de paternidad e identificación biológica. Esa experiencia la consolidó como una de las grandes expertas en Medicina Legal de su generación.
Primera catedrática y referente en justicia forense
En 1980, tan solo tres años después de su doctorado, Castellano hizo historia al convertirse en la primera mujer catedrática de una facultad de Medicina en España. Lo logró en la Universidad de Zaragoza, en la especialidad de Medicina Legal, rompiendo barreras en un ámbito tradicionalmente masculino.
En paralelo, fue nombrada jefa del Servicio de Medicina Legal y Toxicología del Hospital Clínico Universitario Lozano Blesa, de Zaragoza, donde ejerció su labor hasta 1996. Su paso por este centro hospitalario dejó una huella profunda tanto en el ámbito médico como en el judicial.
Castellano fue también reconocida con varios honores a lo largo de su carrera. En 1983 recibió la Cruz de Primera Clase de San Raimundo de Peñafort por su colaboración con la administración de Justicia, y en 1992 se le concedió la Medalla al Mérito Policial, con distintivo blanco, por su participación en la formación de la policía judicial española.
Su legado académico culminó con el Doctorado honoris causa otorgado por la Universidad de Extremadura en 2018, un reconocimiento más a una trayectoria marcada por la excelencia, el compromiso y la defensa de los derechos humanos.


