El incendio registrado el pasado 8 de agosto en la Mezquita-Catedral de Córdoba sigue generando reacciones políticas y sociales. El concejal del PSOE, Joaquín Dobladez, ha criticado duramente que el fuego pudiera originarse en un almacén improvisado dentro del monumento, donde había barredoras, sillas y otros enseres. “Ningún cordobés puede entender que hubiera un almacén en la Mezquita-Catedral que pusiera en riesgo su seguridad”, ha señalado.
Dobladez ha recordado que el Cabildo Catedral, propietario y gestor del templo, dispone de dependencias propias a escasos metros y que podrían haberse utilizado como alternativa. Por ello, subraya la necesidad de revisar el plan de autoprotección, incluido en el Plan Director de la Mezquita, que aún no ha sido aprobado por la Junta de Andalucía. Dicho documento fue entregado en 2020, recibió un dictamen favorable de la Comisión Provincial de Patrimonio en diciembre de 2023, aunque con la obligación de introducir modificaciones.
El edil socialista ha mostrado su apoyo a que la reconstrucción se ejecute con todas las garantías y ha apuntado que la financiación debe correr a cargo del Cabildo, dado el beneficio económico que obtiene del monumento. Además, recordó que las administraciones públicas han invertido de forma constante en la conservación del templo, citando como ejemplo los 600.000 euros destinados recientemente por el Gobierno de España a la restauración de la Capilla Real.
Sobre una posible gestión compartida, Dobladez ha insistido en la necesidad de conocer con transparencia los resultados de la investigación y ha defendido que si el modelo actual de gestión y prevención es mejorable, “debemos ser capaces de cambiarlo, pensando, por encima de otros intereses, en la protección del monumento”.
"Funcionaron los mecanismos"
Por su parte, el alcalde de Córdoba, José María Bellido, ha defendido este martes que el incendio fue contenido gracias a la rápida actuación del Cabildo y de los bomberos, destacando que organismos internacionales como la Unesco han reconocido la eficacia del sistema de autoprotección. “Se evitó una catástrofe porque funcionaron los mecanismos correctores que hay para cuando surgen riesgos de este tipo”, afirmó.
"Un año y medio antes, desde Emacsa se habían cambiado todos los hidrantes de la zona y de la propia Mezquita para que si ocurriera algo el agua tuviera la presión suficiente". Son actuaciones que "ni siquiera muchas veces se cuentan, ni se publican, porque son del día a día, pero cuando llega una circunstancia de estas son de las que se agradecen", de forma que "si no se hubiera hecho seguramente estaríamos hablando de otra cosa".
Bellido explicó que en los últimos años se habían llevado a cabo mejoras, como la sustitución de hidrantes para garantizar la presión del agua, lo que resultó clave en la extinción. Ahora, añadió, el Cabildo trabaja en el traslado definitivo de enseres de limpieza fuera del templo, una medida ya prevista en el plan de autoprotección pero pendiente de completar.
El alcalde insistió en que la ciudad debe quedarse con la respuesta internacional: “Todo el mundo imaginó un nuevo Notre-Dame al ver esas imágenes, y afortunadamente no hemos sido Notre-Dame”. Pese a algunos daños limitados, subrayó que “hemos salvado a la Mezquita, y eso el mundo entero lo está reconociendo”.