El simbólico día número 15, medio mes, en la huelga de autobuses urbanos en Cádiz y San Fernando se desarrolló exactamente como los 14 anteriores para la creciente desesperación de usuarios y conductores que viven cada mañana con un atasco crónico, los automovilistas, o unas esperas demasiado largas en las paradas.
La sensación de hartazgo se hizo mayor este jueves por contraste. Ciudadanos y representantes políticos creyeron hasta la tarde del miércoles que sería la primera jornada de normalidad recuperada. El preacuerdo entre sindicatos y empresa (Tranvía de Cádiz a San Fernando y Carraca) hacía prever el final de la protesta.
Sin embargo, los trabajadores tumbaron con una sonora mayoría (80%) la propuesta de pacto sobre mejoras en el convenio colectivo. Todo se quedaba como estaba, la huelga continúa.
El cansancio de todas las partes implicadas es notable y las medidas desesperadas afloran. Sindicatos y oposición (Adelante Izquierda Gaditana) piden al alcalde Bruno García que corte por lo sano y "rescate" el servicio de autobús municipal.
Ese cambio supondría que la administración local se hiciera cargo directamente de trabajadores, vehículos, administración, organización y rutas, sin externalizar esas tareas con una concesión pública a una empresa como sucede actualmente.
El "rescate", además de complejo administrativamente, resultaría un peso enorme para las cuentas municipales y es una opción que está descartada. Bruno García volvía a reiterarlo este jueves, decimoquinto día de la huelga.
Trabajadores y restantes partidos en el pleno local insisten: es la única solución, afirman. El regidor ni siquiera sopesa esa posibilidad, remota para él. En cambio, reclama "responsabilidad" y "diálogo" para poner fin a 15 días de molestias con el regreso a la actividad normal en la empresa concesionaria.
"Este servicio público no puede estar secuestrado por una empresa privada que sigue sin ofrecer unas condiciones laborales dignas. Está generando problemas a la ciudadanía y caos en la ciudad", denuncia el portavoz de Adelante Izquierda Gaditana (AIG), David de la Cruz.
"Hasta el momento, el alcalde lo único que ha hecho es reunirse con los trabajadores porque ellos forzaron ese encuentro. A partir de ahí se ha erigido como mediador pero en ningún momento se ha posicionado claramente con la plantilla, ni ha presionado a la empresa para que ofrezca unas condiciones laborales dignas ni ha ofrecido soluciones", añade.
Rescate "en el corto plazo, urgente"
AIG solicita el rescate del servicio, además, "en el corto plazo, de manera urgente. No puede seguir en manos de una empresa que sólo mira por sus intereses económicos. Esos millones que se lleva la concesionaria anualmente deben ser gestionados por el propio Ayuntamiento, para así ofrecer unas condiciones dignas a la plantilla y mejorar el transporte público".
De la Cruz asegura que otras ciudades han dado ese paso, que es posible: "Pedimos al Ayuntamiento de Cádiz que estudie fórmulas, como han hecho otros municipios donde el transporte público ha dejado de estar en manos privadas, mejorando así este servicio".
Las críticas por el cansancio que provoca la huelga llegan también al concejal de Movilidad, José Manuel Verdulla: "A pesar de tener dedicación exclusiva no ha tenido la decencia ni la empatía de reunirse con los trabajadores ni antes ni durante la huelga ¿Para qué cuenta la ciudad con un delegado de Movilidad si no da la cara ni asume su responsabilidad?".
Para De la Cruz, "la realidad es que actualmente el servicio de transporte público, que es fundamental, es más malo y más caro en la capital gaditana, y encima sus trabajadores están padeciendo la precariedad laboral".
