Hierve la temporada turística en Cádiz, con todos los locales llenos de público en cualquier jornada, a doble turno, mañana y noche, ni un sitio para aparcar, ni una mesa libre.
La maquinaria hostelera debe funcionar a todo tren durante el verano y cada establecimiento da lo mejor que tiene para atender la mayor demanda del año.
En este momento clave, cinco de los locales más populares han cambiado de propiedad -cuatro de ellos también de nombre- para reabrir y cobrar nueva vida con manos distintas que defiendan su estratégica ubicación en el entramado comercial de Cádiz.
La Colonial
Un ilustre y famoso visitante gallego que pasa por la ciudad de Cádiz varias veces al año -de incógnito- le tiene dicho a todas sus amistades gaditanas: "Por favor, no habléis mucho de la Alameda ni publiquéis nada de aquello. Es el mayor tesoro de Cádiz, es el mejor sitio y todavía el turismo masivo no lo ha descubierto del todo. No lo jodáis, intentad que todo siga igual".
Para incumplir escrupulosamente su ruego, es preciso comentar que la terraza más hermosa de la ciudad cobra vida nueva. Es la ligada a La Colonial, la bella coctelería clásica situada a pocos metros de la esquina de la calle Buenos Aires, con ese conjunto de mesas ubicado enfrente, en los jardines colgados sobre la Bahía de Cádiz.
Tras el anuncio de cierre y despedida de la gerencia anterior, a inicios de verano, una nueva propiedad lo ha reabierto a mediados de este mes de julio con lo que su oferta de cócteles a mano y en directo, cervezas y vinos -pronto, café- sigue a salvo en el bellísimo paraje frondoso y semioculto.
El negroni, exquisito, los margarita, martini o sex on the beach y otras muchas combinaciones clásicas se mantienen disponibles en el mejor entorno posible para visitantes y lugareños. Su interior es tan antiguo y auténtico -con estantes decimonónicos hasta el techo- que cuenta con un nivel de protección pública como patrimonio etnográfico.
Niña Mala
Está a pocos metros de la plaza de San Juan de Dios, siempre atiborrada de turistas. Es paralela a Plocia, una de las calles más hosteleras de Cádiz. Sin embargo, Sopranis se mantiene algo alejada del bullicio, conserva una calma y un sabor vecinal que otras vías ya no tienen. Uno de sus locales estrella, antes bajo la denominación comercial de Sopranis o Ciclo, reabre sus puertas a final de verano.
Se llamará Niña Mala y en su promoción inicial anuncia comida "casi formal". La responsable de la reapertura es Ansi Oliva que ya triunfa en Extramuros con el bistró La Santita (hasta esta primavera, La Transversal), una propuesta que combina comida divertida y callejera con delicias caseras. Ese otro espacio le ha supuesto una clientela fiel y amplia. Seguirá abierto en la avenida Sanidad Pública.
Entre agosto y septiembre, se añade esta nueva propuesta. La santa se vuelve mala y amplía su alcance al casco antiguo de Cádiz para atraer también a los visitantes. Algunos gaditanos ya son muy partidarios de este formato gastronómico y los que llegan para unas horas, unos días, pueden seguir el mismo camino. El de la calle Sopranis.
Parsa Kebab
La fiebre kebab no deja de ganar adeptos y locales en la ciudad de Cádiz -como en medio hemisferio Norte-. Uno de los locales vacantes más visibles de Cádiz acogerá uno de ellos. Se trata de la que fuera sede de La Tapería de Lulu, en la esquina de la calle Herrera Quevedo (número 2) con la avenida central, en el tramo entre Glorieta Ana Orantes y estadio, colindante a la gasolinera más conocida de la vía.
Su nombre comercial será Parsa Kebab y además de la carne aliñada envuelta en tortita, también ofrecerá servicio de bar y cafetería, al estilo más tradicional y local, con carta de tapas, bebidas calientes y frías en amplio horario.
Curiosamente, se trata del segundo local con la misma denominación y la misma propiedad en la misma acera, pero con kilómetro y medio de distancia en dirección al casco antiguo. Los mismos propietarios inauguraban -hace apenas tres meses- el antiguo local del mítico bar La Pasiega, casi frente a la iglesia de San José. Parecen especializarse en dar nueva vida, con aromas distintos, a locales con larga trayectoria comercial anterior.
Essenzia Club
En este caso, la antigua sede no era de un local muy conocido y antiguo pero la ubicación no puede ser más estratégica y céntrica. La que fuera Taberna Volapié, en plena plaza de San Juan de Dios -epicentro del turismo crucerista en Cádiz a diario- reabría este mes de julio como "club" para tardeo y noches de copas tras casi un año de profundas obras de rehabilitación. Su nuevo nombre es Essenzia y se presenta como un local para noche y día. De hecho, abre a las 18 horas cada jornada y cierra ya en la madrugada.
El establecimiento pasa a formar parte de la ya amplia cadena de locales del Grupo Momart (el empresario cordobés Paco Toro) en la ciudad de Cádiz. Curiosamente, está ubicado apenas a 50 metros de NÚ, otro club de mayor superficie (y dos alturas) con oferta similar del grupo Arsenio Manila (Raúl Cueto). Ambas firmas parecen empeñadas en competir por la supremacía del ocio vespertino y nocturno en la capital gaditana.
Essenzia ocupa casi 380 metros cuadrados, con una estructura longitudinal muy atractiva. En la decoración destaca la luz natural, gracias a los amplios ventanales, y una llamativa terraza exterior. La música en directo y los DJ forman parte de su programación musical casi a diario.
Slice New York Pizza
Pocas calles representan mejor el encanto del casco antiguo de Cádiz que un callejón (o así se le llama coloquialmente). Es el del Tinte. La estrecha curva que une las plazas de San Francisco y Mina entre balcones dieciochescos de forjado y árboles milenarios acoge uno de los locales con más historia de la ciudad. Su último éxito comercial fue como El Tinte Superbar y tras alguna otra aventura permanecía cerrado desde 2024.Desde los últimos días de este mes de junio cobra nueva vida gracias al grupo Slice New York Pizza, que ya tiene un local en el Paseo Marítimo de Cádiz, dos en El Puerto de Santa María y sedes en Rota, Jerez y Sevilla.
La idea de la carta es del norteamericano James Bern que echaba de menos la pizza al estilo neoyorquino (ni romano ni napolitano) tras llegar a España hace casi dos décadas. Con esa filosofía se aliaba con otro empresario irlandés y distintos cómplices locales en cada ciudad para poner en marcha una marca que ya tiene siete establecimientos.
El nuevo local del callejón del Tinte es amplio, profundo, con capacidad para más de 90 comensales. Por ahora, su horario sólo es vespertino, de 18 horas hasta madrugada y ofrecerá sesiones de DJ, con posibilidad de copas, durante las cenas y después.
