La inscripción, visiblemente dañada con pintura negra, fue colocada en diciembre del pasado año y tuvo que ser repuesta hace unas semanas tras sufrir otro acto vandálico.
En estos días han aparecido unas pintadas en una de las placas que señalan un lugar que lleva impregnado el horror, la tragedia y la barbarie. Se trata de los muros de las Puerta Tierra de Cádiz, donde está colocada una leyenda que indica que forma parte del circuito de la Memoria Histórica: “En memoria y reconocimiento de todos los gaditanos y gaditanas víctimas de la Guerra Civil y la represión franquista”.
La inscripción, visiblemente dañada con pintura negra, fue colocada en diciembre del pasado año y ya es la tercera vez que sufre un acto vandálico de este tipo. La primera fue a los pocos días de su colocación, en diciembre, cuando apareció una bandera española pintada en la propia placa. Luego en marzo cuando le arrancaron la lámina superior donde estaba el texto, le hicieron ralladuras y le colocaron dos pegatinas con elementos fascistas, siendo repuesta el pasado mes de julio. Ahora, unas pocas semanas después de su reposición aparecen nuevas pintadas.
Desde la Asociación por la Difusión y la Investigación del Patrimonio Cultural de Cádiz (ADIP) lamentan este nuevo acto vandálico y piden "conciencia,civismo, respeto y compromiso ciudadano".
La inscripción fue colocada en diciembre e inaugurada con una acto donde se recordó que en ese mismo lugar, centenares de gaditanos fueron fusilados tanto en el foso de Puerta de Tierra como en el Castillo de San Sebastián, “por su defensa de las libertades".
Cabe señalar que el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía creó en el año 2011 la figura de Lugares de la Memoria Histórica para constatar acontecimientos ocurridos durante el golpe de Estado de julio de 1936, entre ellos los de la represión y así evitar su olvido. Entre ellos, el primero en figurar en este catálogo fue el castillo de San Sebastián, lugar en el que los golpistas asesinaron al menos a 45 personas, entre 1936 y 1944. De ellas 41 fueron represaliados políticos sociales y otros cuatro lo fueron por delitos considerados comunes.
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