Lo que comenzó como una tarde veraniega normal en la playa de Santa María del Mar, en Cádiz, derivó este lunes en un altercado multitudinario que requirió la intervención de dos cuerpos policiales. Los hechos se desencadenaron alrededor de las 17.30 horas, cuando varios bañistas alertaron a la Policía Local por las molestias causadas por un grupo de personas que jugaba al fútbol en una zona donde esta actividad está prohibida.
Al personarse los agentes y solicitar el fin del juego, la situación se tensó rápidamente. Según testigos, quienes participaban en el partido y sus familiares se lo tomaron a mal, iniciándose una discusión que escaló en cuestión de minutos. La Policía Local intentó controlar la situación, pero el número de personas involucradas –incluidos menores– complicó la intervención inicial.
Lanzamiento de arena y tensión en una escalera de acceso
La trifulca alcanzó su punto más crítico en la zona de una de las escaleras de acceso a la playa. Allí, algunos individuos comenzaron a lanzar arena a los agentes, mientras otros intentaban calmar los ánimos sin éxito. La escena, presenciada por numerosos bañistas, generó una gran conmoción. Entre los más activos en el altercado se encontraba un grupo de jóvenes que, lejos de retirarse, avivaron la tensión con gestos de desafío.
Ante la magnitud del enfrentamiento, fue necesaria la llegada de una patrulla de la Policía Nacional, que acudió en apoyo a sus compañeros locales. Las fuerzas del orden lograron finalmente dispersar a los implicados y restablecer la calma, aunque el episodio dejó imágenes de gran impacto en una tarde marcada por el descontrol.
Dos mujeres detenidas por desobediencia y agresión a la autoridad
Durante el operativo, los agentes procedieron a la detención de dos mujeres, madre e hija, por presuntos delitos de resistencia y desobediencia a la autoridad. Según ha confirmado el Ayuntamiento de Cádiz, ambas son mayores de edad y estuvieron entre las más activas en el enfrentamiento, siendo reducidas en la zona de la escalera, donde se registraron los momentos de mayor tensión.
El incidente alteró la tranquilidad entre los bañistas, muchos de los cuales se vieron obligados a abandonar la playa o reubicarse a zonas más alejadas del tumulto. Varios menores participaron también en el lanzamiento de arena, lo que incrementó la gravedad del episodio desde el punto de vista policial.


