El gobierno municipal de Cádiz, con Bruno García en primer término, tomó posesión en junio de 2023 tras una sorprendente mayoría absoluta lograda in extremis, en la última hora del recuento dominical, ya cercana la medianoche.
Los teóricos y politólogos del lugar aseguran que uno de los motivos que provocó ese inesperado resultado electoral fue la sensación, muy extendida, de que la limpieza pública de la ciudad se había deteriorado de forma muy notable bajo la Alcaldía de José María González Kichi (2015-2023).

La sensación de que Cádiz es una ciudad muy sucia es tan antigua y persistente que cuesta trabajo achacársela a un sólo gobierno municipal, a una etapa determinada, a una empresa concesionaria en concreto.
Más lógico resulta atribuir parte de la situación a unos hábitos colectivos y de educación bastante deficientes entre la ciudadanía.
Escupir es sucio pero hacia arriba también es torpe
Con todas esas premisas, parte del actual equipo de Bruno García, con José Carlos Teruel a la cabeza, hizo una campaña digital y mediática diaria y perseverante -o despiadada, según opiniones- entre 2018 y 2023 para atribuir a los mandatos de Kichi un agravamiento en la suciedad pública de la ciudad.
Ahora, cuando han pasado apenas dos años y el mandato del Partido Popular está justo en su primera mitad, es el propio gobierno local, con esos mismos críticos furibundos dentro, los que admiten que ellos también fracasan.

Aceptan y confiesan en público que no pueden revertir la situación, que la ciudad sigue igual de sucia o más que cuando llegaron a sus cargos y despachos.
Ya no son tuits de concejales de la oposición ni mensajes que corren en las redes, fotos oportunistas de alguna guarrada o frases contundentes de que se sienta enfrente en el pleno municipal. Ahora es el propio Partido Popular el que admite que el fracaso continúa dónde estaba.
El concejal de Urbanismo y número dos del gobierno local, José Manuel Cossi, ha sido el encargado de sacar la bandera blanca de rendición. A la evidencia.
El primer teniente de alcalde justifica la sanción con el "incumplimiento reiterado del contrato" entre las partes
El edil confirmaba este viernes que el Ayuntamiento de Cádiz inicia un expediente sancionador a la actual concesionaria del servicio de limpieza viaria y recogida de residuos urbanos, Valoriza.
El castigo no es pequeño y sí resulta simbólico. "Supone un millón de euros por incumplimiento reiterado del contrato" entre las partes, resume Cossi.
El primer teniente de alcalde rechaza la posibilidad de romper o disolver el acuerdo: "No se trata de eso, no es nuestra intención, lo que queremos hacer es fiscalizar el servicio público, trabajar mucho para mejorar el servicio".
Con esas palabras, admite que el descontento municipal con la limpieza pública es considerable. "Queremos ver una mejora, queremos que llegue la maquinaria pendiente para la limpieza de calles", detalla el delegado municipal de Urbanismo.
Campañas para ciudadanos y hostelería
La sensación de que los hábitos de una parte de la población son más fuertes que cualquier cambio también aparece en los mensajes de Cossi: "Vamos a poner en marcha dos campañas de concienciación para que la población trate de ensuciar menos".
Una de ellas será para el público en general, otra, específica, para la hostelería: "Queremos concienciar de que las terrazas y mesas en la calle no pueden provocar suciedad en su entorno".
En resumen, vuelta a la casilla de salida, sensación de desánimo, asunción de la realidad y campañas para tratar de convencer a la gente. Igual que hace cinco, diez, quince o treinta años.


