El sistema sanitario de la Junta de Andalucía propicia la privatización de muchos servicios y precipita negligencias graves en la atención, como los retrasos en la notificación de resultados de pruebas cruciales como el cáncer de mama. "Es la punta del iceberg, el Partido Popular mata la sanidad pública".
Es el mensaje central de la protesta protagonizada por unas 500 personas en la tarde de este jueves en el centro de Cádiz. La concentración, convertida en manifestación de breve recorrido hacia la Catedral y otros enclaves del casco antiguo, comenzó con proclamas que refuerzan esos mensajes.
"La salida de la consejera de Salud no es suficiente. El caso de los cribados del cáncer de mama es la punta del iceberg, no es un error, es el resultado de un sistema que no funciona", fueron las ideas fundamentales repetidas con distinta formulación tanto por megáfono como a través de pancartas.
En los cartelones improvisados pudieron leerse desde rimas como "menos cofradías y más mamografías" hasta peticiones explíticas de dimisión dirigidas contra el presidente Juan Manuel Moreno Bonilla y críticas a la delegada de la Junta en la provincia, Mercedes Colombo, por minimizar la crisis sanitaria o compararla con otros casos de corrupción nacional.
Los organizadores de la protesta, convocada por el colectivo Mujeres Feministas de Cádiz, quisieron descargarla de sectarismo político. Lo consiguieron a medias.
Aunque lograron que se respetara la petición, por escrito en la víspera y repetida a viva voz al inicio, de que no aparecieran símbolos, banderas ni logotipos de partidos o sindicatos, el componente ideológico de la llamada resultaba evidente.
Concejales en activo y antiguos, alcaldes de la provincia (como San Roque y Puerto Serrano), ex candidatos a la Alcaldía de Cádiz, un ex consejero socialista, parlamentarios autonómicos, la subdelegada del gobierno o la diputada Esther Gil de Reboleño estaban entre los presentes. Siempre de grupos como PSOE, Sumar, Adelante o Izquierda Unida.
Su comparecencia, sumada a las previsibles ausencias de cualquier representante o dirigente de PP y Vox, dejaba la marcha sin la legítima transversalidad reclamada por los convocantes.
En cambio, colectivos sociales y grupos de acción civil, solidarios, desde asociaciones de mujeres o vecinales y Pro Derechos Humanos de Andalucía hasta Marea Blanca por la sanidad pública fueron expresamente bienvenidos, incluso invitados a encabezar la manifestación con pancartas.
El reconocible color rosa asociado a las iniciativas de recuerdo y apoyo a las diagnosticadas con cáncer de mama fue el más visible durante todo el recorrido tanto en camisetas y atuendos como en globos o carteles.
El alcalde de Cádiz, Bruno García, estaba dentro del Ayuntamiento de Cádiz mientras la movilización tomaba forma y arrancaba su pequeña ruta desde la puerta de la sede municipal, en la plaza de San Juan de Dios a las 18 horas.
El final del recorrido también tuvo una gran carga simbólica, la sede del distrito sanitario Cádiz-La Janda, uno de los centros en los que se realizan cribados y mamografías del Servicio Andaluz de Salud en la capital gaditana, en la avenida 4 de diciembre de 1977, junto a la conocida como plaza de las tortugas frente a la Diputación Provincial.
Los organizadores agradecieron "a tantos hombres" su "presencia solidaria" en una protesta que tenía un origen feminista.
