La Guardia Civil, en colaboración con la Policía Local, ha erradicado en Cádiz un domicilio particular que se dedicaba a la venta ilegal de artificios pirotécnicos, una actividad que estaba poniendo en grave riesgo la seguridad de los vecinos del edificio y que, además, incluía la venta directa a menores de edad.
La actuación se enmarca dentro de la campaña especial de prevención que se refuerza cada año en fechas previas a la Navidad con el objetivo de evitar accidentes, especialmente entre los más jóvenes. En esta ocasión, los agentes centraron su intervención en una vivienda de la capital gaditana donde se almacenaba y comercializaba una gran cantidad de material pirotécnico sin autorización, una práctica expresamente prohibida por la normativa vigente.
La tenencia y almacenamiento de este tipo de artículos fuera de las condiciones de seguridad reglamentarias constituye un riesgo real y significativo para las personas, los bienes del inmueble y su entorno, pudiendo provocar explosiones, incendios o situaciones de grave peligro.
Registro judicial y material altamente peligroso
Ante la resistencia a cesar la actividad ilegal, los agentes tuvieron que solicitar autorización judicial de entrada y registro. Durante la inspección del domicilio localizaron un armario repleto de material pirotécnico, con un total de 11.289 unidades, además de productos químicos, dos bolsas de carbón y una bolsa llena de mecheros, elementos que incrementaban notablemente el riesgo de explosión o incendio.
Por estos hechos, la persona responsable ha sido investigada por un presunto delito de depósito de explosivos, dada la peligrosidad del material intervenido y la ausencia total de medidas de seguridad.
Más de 65.000 artificios retirados en toda la provincia
Paralelamente, la Intervención de Armas y Explosivos de la Comandancia de Cádiz ha dirigido y coordinado un amplio dispositivo en toda la provincia para combatir la venta ilegal de pirotecnia. Como resultado de estas actuaciones, se han aprehendido 65.585 unidades de artificios pirotécnicos y se han tramitado 25 denuncias administrativas contra establecimientos por venta ilícita o irregularidades, remitidas a la Subdelegación del Gobierno.
El dispositivo se ha desarrollado especialmente en municipios de la Bahía de Cádiz, la Costa Noroeste y la Sierra, donde la mayoría de las intervenciones se han producido en puestos de ferias y comercios sin la preceptiva autorización.
La Guardia Civil recuerda que, para comercializar este tipo de productos, es obligatorio contar con licencia de apertura, comunicar la actividad a la Intervención de Armas y Explosivos y disponer del epígrafe fiscal correspondiente. Además, los comercios no autorizados solo pueden vender artificios de la clase F1, como bengalas, con un límite máximo de cinco kilos netos almacenados, quedando prohibida la venta de productos como las tradicionales ‘bombetas’.
El objetivo del operativo es claro: prevenir incidentes graves, garantizar que los productos estén homologados y asegurar un alto nivel de protección de la salud y la seguridad, especialmente de los menores, durante unas fechas en las que el uso de pirotecnia se incrementa notablemente.