Moreno Bonilla aparece por sorpresa en Cádiz pocas horas antes de desaparecer

La Junta justifica la cancelación de la presentación de su libro en Cádiz, este jueves, con un resfriado y la oposición la ve como "una victoria" de las mujeres que anunciaban protestas por la crisis sanitaria

La reunión con el comisario de Pesca.
12 de noviembre de 2025 a las 20:11h

Los ciberescándalos y los debates digitales se suceden a la velocidad de la luz que los transporta.

Apenas tres semanas atrás, hace tres broncas y media, la formación o los currículos de los dirigentes políticos eran la discusión pública inflamada en la plaza pública con forma de pantalla. Pero ya no se acuerda nadie de aquello.

Lo recordaba el anuncio de la presentación, cancelada, en Cádiz del libro del presidente andaluz Manual de convivencia.

En la cubierta, en un somero resumen biográfico, aparece la formación académica oficial de Juan Manuel Moreno Bonilla. "Graduado en Protocolo y Organización de Eventos, máster oficial en Dirección de Protocolo". Luego pasa a la etapa institucional.

Moreno, en Cádiz este miércoles.

Como potencial profesional del protocolo, haya ejercido o no, al presidente de la Junta de Andalucía le resultará familiar la etiqueta en la confirmación y anulación de citas, las maneras y los plazos.

Este miércoles comparecía en Cádiz, en el encuentro convocado en la Casa de Iberoamérica (antigua Cárcel Real) por Conxemar, la patronal española de manufactura, importación y exportación de pesca y acuicultura.

En el encuentro, Moreno Bonilla se reunió con el presidente del colectivo empresarial, Eloy García, para recibir un informe con las necesidades de un sector golpeado en los últimos años por limitaciones burocráticas, plagas asiáticas -más que bíblicas- y falta de relevo generacional.

El presidente autonómico andaluz, en su discurso de clausura, reclamó más ayuda de la Unión Europea para un sector que calificó como "maltratado", algo con lo que estarán de acuerdo en todos los puertos pesqueros de la provincia de Cádiz.

El posado del presidente con el comisario.

Más allá del motivo técnico de su aparición, la discusión estaba en su presencia. Moreno Bonilla comparecía de forma inesperada en Cádiz 30 horas antes de desaparecer cuando sí se le esperaba.

Se dejaba ver en público este miércoles por la mañana, día y medio antes de renunciar a la presentación de su libro, anunciada para la tarde de este jueves, en el teatro del Títere La Tía Norica.

Difícil explicación protocolaria debe de tener eso de acudir a un acto en la víspera de anular otro. Miembros de su extenso séquito -una multitud cuando se unen seguridad, asesores propios y los de la Junta o los ayuntamientos que le reciben- justificaron la anulación del jueves por el resfriado que sufre el presidente.

Cierto que durante su discurso se apreció que tenía la voz tomada. Será ese virus molesto, pasajero y tempranero -más de nariz que de garganta, con poca destemplanza- que afecta a varias decenas de miles de andaluces en los últimos días.

No hay motivos para desconfiar de la excusa pero cuesta entender que la leve dolencia le impida acudir a un evento anunciado, fijado, con presentador (José Guerrero Yuyu) y le permita estar en el otro.

Sus asesores justifican la renuncia de este jueves: "Entre anular la presentación de un libro propio o acudir a una reunión sobre un sector económico fundamental para Andalucía, ha elegido la segunda"

Igual, el jueves se encontraba mejor, conviene ser optimista con los males. Sus colaboradores, en cambio, alegan que la importancia de la cita pesquera recomendaba la molestia de acudir a Cádiz.

Cierto que la visita del miércoles, con la del jueves anulada, le permitía dialogar con el comisario europeo de Pesca, Costas Kadis (sí hubo juegos de palabras y chascarrillos en los discursos), una ocasión institucional que no se da todos los meses. 

¿Espantada o victoria?

"Había que reducir agenda porque no se encuentra bien y entre anular la presentación de un libro propio o acudir a una reunión sobre un sector económico fundamental para Andalucía, ha elegido la segunda", decía uno de los colaboradores de la delegación de la Junta en Cádiz.

La oposición política, para sorpresa de nadie, rechaza esa explicación basada en la salud presidencial.

Partidos como Adelante Izquierda Andaluza o PSOE creen que el no acto del jueves es una fuga, una muestra de desgaste, una "victoria" del colectivo de mujeres que había convocado una protesta por el escándalo del cribado de cáncer de mama a las puertas del teatro del Títere, justo antes de su presentación.

Espantada o resfriado es el resumen de la duda. Las peticiones de varios medios para que realizara declaraciones, antes o después del acto de la patronal pesquera en el Campo del Sur, fueron rechazadas. No hablaría.

Si le cuesta hacerlo por la voz o porque prefiere eludir preguntas durante su primera crisis política severa y real desde que llegó al cargo (diciembre de 2018) es una cuestión que deberá decidir cada ciudadano.

Sobre el autor

José Landi

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