El comité de empresa denuncia que varios vecinos tiran objetos contra los vehículos de línea 3, mientras que la asociación de vecinos recuerda los ruidos y gases que tienen que soportar desde las seis de la mañana.
Un problema enquistado desde hace más de 30 años y que ha terminado por estallar. Se trata de la parada de la línea 3 de autobuses en la Plaza San Lorenzo del Puntal en el barrio de Puntales. Esa línea cubre desde la Plaza de España hasta Puntales, pasando por la Barriada de la Paz. El comité de empresa de Tranvía, la encargada del transporte urbano, ha denunciado el "malestar" de la plantilla por la "actitud incívica" de algunos vecinos de Puntales que, "en ocasiones y para manifestar su desacuerdo con la ubicación de la parada, arrojan objetos a los vehículos e insultan a los conductores".
Una situación extrema que la presidenta de la Asociación de Vecinos Fuerte de San Lorenzo del Barrio de Puntales, Pilar García, desconoce y de la que se desvincula. Sí explica el malestar del barrio con esta situación. "Esto es una reivindicación histórica porque se trata de una parada a término que implica que el autobús esté un tiempo encendido con el consiguiente ruido y emisión de gases", algo molesto para los vecinos, sobre todo, para los del bloque en el que el vehículo hace el estacionamiento obligatorio. "En ese bloque hay muchas personas con cáncer; llega el verano, la gente abre las ventanas y entran todos los gases; el autobús funciona desde las 06.00 hasta las 00.30 horas....Los nervios están a flor de piel".
Manuel Góngora, presidente del comité de empresa de Tranvía, asegura que ya han dado aviso a la Policía pero "no han podido intervenir hasta que pase algo en concreto". "No sabemos lo que nos vamos a encontrar cuando vamos para allá". Por eso, comunicaron al Ayuntamiento y a la empresa la situación de "desprotección" de los conductores. "La única solución que hasta el momento nos ofrecen es acortar el tiempo de recorrido para que el autobús permanezca lo menos posible en la parada de referencia". Una medida que consideran "insuficiente e irrisoria" puesto que "con ella estamos incumpliendo los horarios de las salidas de autobuses desde la Plaza de España a Puntales (horarios que se publicitan en los paneles informativos habilitados para ello)". De lo que se trata es que salgan dos minutos más tarde de Plaza de España para cuando lleguen a Puntales, descarguen y carguen a nuevos viajeros con la intención de estar el menor tiempo posible y evitar altercados. "Eso no es la solución", insiste Góngora que recuerda que el traslado a la avenida de La Ilustración (frente a Mercadona) que habilitaron mientras duraron las obras de la avenida Marconi fue la mejor opción. "Podrían dejarla ahí".
Para la mayoría del barrio, la solución pasa por trasladar la parada a otra zona menos molesta por los vecinos pero no esa. Ni por asomo se les ocurre que el autobús deje de entrar en el barrio. "Se ha visto la oportunidad con este Ayuntamiento de plantearles el cambio y que lo acepten", cuenta Pilar, que recuerda el compromiso del equipo de Gobierno de cambiar la ubicación. "Estamos a la espera de que la habiliten y pongan una marquesina".
Al respecto, el concejal de Urbanismo, Martín Vila, que junto con el edil de Medio Ambiente, Álvaro de la Fuente, se reunió con los vecinos, ha explicado a lavozdelsur.es que se encuentran en fase de estudio de la cimentación de la marquesina y de ampliación del acerado. La intervención no se va a demorar mucho puesto que ya cuentan con la marquesina pero, al ser un barrio con una tasa de población anciana alta, Urbanismo quiere que la calle Arenal, donde se trasladará la parada, sea lo más accesible posible y la marquesina no se convierta en un elemento que dificulte el paso.
Mientras, a pie de parada, unas vecinas hablan con el conductor. "Los muchachos no tienen la culpa de nada. Es verdad que es algo molesto pero lleva aquí toda la vida".
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