De entrenar con una cuerda como listón a ser campeón de España: Leandro, el gaditano que vuela

El deportista, de 18 años, se ha impuesto en el torneo sub-20 a nivel nacional en salto de altura con una marca de 2,03 metros y apunta a lo más alto en este deporte

Leandro Andría, reciente campeón de España sub-20 de salto de altura.
03 de agosto de 2025 a las 19:41h

En la recta final de julio, bajo el sol implacable de Badajoz, un joven atleta de Cádiz culminaba un salto que le cambiaría la vida. Leandro Andría Fernández, con solo 18 años, se proclamaba campeón de España sub-20 de salto de altura en Villafranca de los Barros, igualando su mejor marca personal de 2,03 metros. "Llevaba tiempo saltando esa altura con bastante solvencia. Sabía que podía hacerlo", cuenta con la serenidad de quien empieza a acostumbrarse a ganar, pero sin perder la humildad.

Lo que parecía solo un salto más se convirtió en la confirmación de una trayectoria meteórica. "Esto empezó en 2020", recuerda. "Yo venía del fútbol y un profesor que llegó a mi instituto en San Felipe Neri empezó a montar un club de atletismo. Me propuso probar, y aunque al principio hacía velocidad y vallas, en pocos meses ya estaba en un Campeonato de España". La pandemia frenó todo, pero no apagó la motivación de un chico que pronto destacó por su físico y talento natural para el salto.

El campeón gaditano, en uno de sus saltos. REYNA

A falta de medios, sobraban ganas. Leandro entrenaba con una colchoneta que no cumplía las medidas oficiales, sin listón, utilizando una cuerda como referencia. "En Cádiz no había nada. Ni instalaciones ni especialistas. Pero aún así, fui subcampeón de España sin pista donde entrenar", afirma. Esa fue la primera gran señal de que estaba ante algo más que una promesa.

Hoy, bajo la tutela de Gustavo Adolfo Becker Lasso —exatleta olímpico y actual seleccionador nacional de altura— y formando parte del club malagueño Trops-Cueva de Nerja, su carrera da un salto de nivel. Entrena cinco días a la semana en el Complejo Deportivo Manuel de Irigoyen, cuyas recientes mejoras han sido claves. "La pista es buena, y ahora sí tenemos colchoneta y material oficial. Ahora podemos entrenar bien".

Su progresión en los últimos dos años ha sido fulgurante. Es campeón de Andalucía en categoría sub-18 y sub-20 tanto en pista cubierta como al aire libre, y desde esta temporada también subcampeón absoluto autonómico. Su rendimiento lo ha colocado entre los tres mejores del ranking nacional en su edad y le ha abierto la puerta del Plan Avanza, un programa de apoyo a atletas preolímpicos impulsado por la RFEA.

El atleta posa en el complejo deportivo Manuel Irigoyen de Cádiz. REYNA

Detrás del éxito, hay una familia volcada. Su madre, Mayte Fernández, recuerda emocionada cómo el colegio le otorgó el premio al deporte. "Sacar esas notas mientras entrena a ese nivel no es fácil. Es muy sacrificado. Apenas sale. Parece que vive en un camarote", dice entre risas. "Pero es que esta disciplina es muy técnica y exige mucho. En su futuro será lo que Dios quiera, porque en el camino siempre hay muchas piedras", añade. Su padre, Jesús Andría, recalca lo simbólico de tener un campeón nacional entrenando en Cádiz: “Esto demuestra que aquí se puede hacer deporte de alto nivel. Aunque muchas veces no se le dé visibilidad porque compite representando un club malagueño. Nos gustaría dar un poco de eco a esto, porque en Cádiz se puede hacer deporte con gente que que quiera hacerlo y que se entregue".

Leandro acaba de superar la Prueba de Evaluación para el Acceso a la Universidad (PEvAU) y ha sido admitido en la carrera de Matemáticas en la Universidad de Cádiz. "Siempre he querido llevarlo todo al máximo nivel. El deporte y los estudios. Con organización, se puede", explica. Gracias a su club, tiene cubiertos los desplazamientos y la logística para las competiciones. "Yo compito con su equipación y ellos se encargan de todo. Eso me permite centrarme en entrenar y estudiar".

Leandro Andría, sobre la colchoneta donde suele entrenar en Cádiz. REYNA

Este verano ha sido especialmente exigente. Mientras otros jóvenes disfrutaban del fin de curso, él se preparaba para el campeonato de España. "He estado totalmente centrado. Entrenar bien, comer bien, dormir bien. Apenas he salido. Pero ha merecido la pena", reconoce. A su edad, ya ha debutado en la División de Honor absoluta, la máxima competición nacional por clubes. "Competí contra seniors de clubes como el Playa de Castellón o la Real Sociedad. Quedamos quintos de España. Fue un orgullo enorme". Es muy amigo de Jaxier Sotomayor, hijo del mítico saltado Javier Sotomayor.

Con el objetivo al otro lado del charco

Mirando al futuro, su sueño tiene nombre y destino: el Mundial sub-20 del próximo año en Oregón, Estados Unidos. Para ello, necesita alcanzar los 2,14 o 2,15 metros. "No lo veo lejos. Estoy muy cerca. En los intentos por encima de 2,03 me sobra bastante margen, solo falta ajustar la carrera. Si todo va bien, estaré preparado", afirma con confianza. Y más allá, quién sabe. "Los Juegos Olímpicos aún están lejos, pero los europeos o mundiales de mi categoría... quién sabe".

El gaditano realiza carrera antes de saltar. REYNA

En un país donde el récord nacional de altura masculino —2,34 metros— no se supera desde 1991, la progresión de Leandro no pasa desapercibida. "Ese récord es altísimo, pero hay que dar tiempo a los que venimos. Algún día se puede batir", sostiene. Mientras tanto, sigue compaginando sus estudios, sus entrenamientos y su vida de adolescente con disciplina y humildad. "La aceptación que más me importa es la mía. Sé que puedo dar más. Lucho contra mí mismo".

El salto de Leandro no fue solo de 2,03 metros. Fue un salto hacia el futuro, hacia la élite, hacia un sueño que, poco a poco, empieza a tomar forma con los pies aún en el suelo, pero la mirada ya puesta en el cielo.

Sobre el autor

Francisco J. Jiménez

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