de-la-barrera.jpg
de-la-barrera.jpg

Los 32 años de Rubén de la Barrera, técnico de la Cultural Leonesa, contrastan con los 52 de Álvaro Cervera. Ambos entrenadores se verán las caras en el partido que el sábado disputan gaditanos y leoneses en la décima jornada liguera.

El fútbol es un deporte donde la carrera deportiva es extremadamente corta, de forma que un jugador en activo que ronda la treintena se considera veterano y próximo a la retirada. En el Cádiz esta condición la cumplen especialmente Alberto Cifuentes y David Barral, de 38 y 35 años respectivamente. No es habitual, sin embargo, que un joven se haga cargo de un equipo, y mucho menos en el fútbol profesional. La excepción en España la conforma Rubén de la Barrera, entrenador de la Cultural Leonesa, que visita Carranza este sábado en la décima jornada de Liga y que cuenta con el curioso dato de ser el técnico más joven de Primera y Segunda División.

Con 32 años —la misma edad que esta semana ha cumplido, por ejemplo, el cadista Rubén Cruz—, De la Barrera logró ascender al cuadro leonés a Segunda División tras más de cuatro décadas deambulando por los escalafones inferiores del fútbol nacional. Y es que el entrenador gallego siempre tuvo claro que si quería conseguir éxitos en el balompié lo haría a través de la pizarra, la estrategia y la táctica. Con 19 años, el actual entrenador de la Cultural abandonó el fútbol en activo para entrenar a equipos amateur de La Coruña, como el Ural o el Arteixo. Con solo 23 años ya tenía en su poder el título nacional de entrenador. A partir de ahí, dos etapas en el Guijuelo (en la primera lo metió en el playoff para ascender y en la segunda en la Copa del Rey), y otra en el filial del Real Valladolid tras una aventura por Tercera División dirigiendo al Villaralbo zamorano, con el que disputó la fase de ascenso en las dos temporadas que estuvo en el banquillo.

Con unos valores y un estilo de juego claramente definidos, Rubén de la Barrera detalló en una entrevista al periódico Marca que han sido “la naturalidad, la honestidad, la frontalidad, el conocimiento, el trabajo y la exigencia” lo que le han permitido llegar hasta dónde está. Sin embargo, a pesar de tener en Pep Guardiola a uno de sus principales referentes, el preparador gallego aclara que le gusta “expresar dominio a través de la buena gestión de pelota, no de la posesión”, dos conceptos diferentes de entender el fútbol. Si se compara con el Cádiz, los 32 años del técnico del cuadro leonés contrastan con los 52 de Álvaro Cervera. De hecho, De la Barrera es más joven que Cifuentes, Servando, Sankaré, Carpio y Barral y solo unos meses mayor que Rubén Cruz. Todo un ejemplo de cómo llegar a la élite de forma prematura. Y es que Rubén ha roto la barrera de Segunda… pero quiere hacer lo propio también con la de Primera.

El regreso de Jesús Fernández

El choque del sábado en Carranza entre Cádiz y Cultural y Deportiva Leonesa significará además el regreso de Jesús Fernández a la que fue su casa la pasada temporada. Suplente en Liga, el guardameta madrileño disputó con el Cádiz tan solo tres partidos en toda la campaña: los dos de Copa (la victoria ante el Córdoba y la derrota ante el Levante) y la última jornada liguera, en la que el Cádiz cayó en Valladolid.

El ex de Granada y Levante, entre otros, se marchó del cuadro amarillo en busca de los minutos que en Carranza no tendría. Sin embargo, la suerte no le sonríe y en León vuelve a ser suplente, habiendo jugado tres partidos de la actual campaña: la jornada inaugural en Lorca (donde encajó un gol olímpico) y los de Copa del Rey. Desde la temporada 2014/15, en la que salió del Real Madrid, Jesús Fernández ha saltado al césped en 17 partidos, una cifra paupérrima para un portero que cada final de temporada busca reividincarse con minutos en nuevos equipos.

Sobre el autor:

Jesús Mayone

Jesús Mayone

...saber más sobre el autor

Archivado en:

Si has llegado hasta aquí y te gusta nuestro trabajo, apoya lavozdelsur.es, periodismo libre, independiente y en andaluz.

Comentarios

No hay comentarios ¿Te animas?

Lo más leído