La magia y el fuego de la noche de San Juan se apoderaron de La Caleta y otros rincones de Cádiz. Cientos de ciudadanos salieron a las calles y playas de la ciudad para celebrar este acontecimiento especial.
Mientras que algunos apostaron por el tradicional salto sobre las hogueras, que en esta ocasión lo tuvieron más complicado por el viento, para purificarse y atraer la buena suerte, otros decidieron saltar las olas dentro de ese ritual que apunta que si saltas siete olas sin caerte en la orilla a media noche, te habrás ganado la buena suerte. En el caso de los que lo hagan nueve, atraerán la fertilidad.
Los selfis estuvieron muy activos durante toda la noche. Casi nadie dejó pasar la oportunidad de inmortalizar el momento. También hubo quema de deseos y algunas velas encendidas para llamar al amar y la pasión.
Con la idea de eliminar las energías negativas, los más osados se dieron un chapuzón acariciando la madrugada.
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