En un comunicado-carta abierta, el Grupo Cristiano de Reflexión-Acción de la Bahía de Cádiz expresa su malestar por la anunciada visita del nuncio del Papa, Bernardito Auza, a la ciudad gaditana con motivo de la celebración del Corpus Christi. Hace meses, este mismo grupo manifestó su contrariedad ante la presencia del representante del Vaticano en España el pasado septiembre de 2022, una visita que fue “privada”, señala en la nota de prensa.
“Señor nuncio, no debería volver otra vez a Cádiz, como si en esta diócesis no pasara nada y todo estuviera en orden”, espeta este grupo que al mismo tiempo le rememora que “en las 4 cartas que le hemos hecho llegar con las firmas de cerca de 400 personas, le hemos expuesto con todo detalle y con crudeza los motivos de nuestro descontento, que es también el de muchos sectores en la diócesis”, señalando a decisiones tomadas por el actual obispo de Cádiz y su equipo.
En esta misiva al nuncio denuncia que “entre otras muchas barbaridades han sido despedidas más de 20 personas del obispado, Caritas, parroquias, Seminario… y que dos magníficos párrocos, como son Rafael Vez y Antonio Casado, están inhabilitados de sus funciones por denuncias del obispo”, situación de estos presbíteros que para el Grupo Cristiano se produjeron porque “se atrevieron a decir en público lo que la mayoría piensa y se calla, criticando determinadas actuaciones del obispo y su equipo de colaboradores por ser contrarias al Evangelio”.
El Grupo Cristiano de Reflexión- Acción de la Bahía de Cádiz solicita a Bernardito Auza, “dos cuestiones: que hable usted con Rafael Vez y Antonio Casado y que éstos sean rehabilitados en sus funciones. Que trate con el obispo para que readmita a los despedidos”.
Insisten en demandar “un obispo evangélico, ‘con olor a oveja’, dialogante con todos, sin exclusiones, sin autoritarismo y sensible a los problemas de las personas más vulnerables de la diócesis”, se subraya en esta carta abierta, “como así eran nuestros anteriores obispos: Añoveros, Dorado y Ceballos que sí dejaron huella por su gran talla evangélica".
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