Adelina Moreno, además de empresaria, es la ideóloga y directora creativa de un proyecto surgido hace tres años con el objetivo de dar a conocer la fiesta grande de Cádiz alrededor del mundo.
Si hay algo que caracteriza a la ciudad de Cádiz es el carnaval. Ese escaparate internacional que cada febrero pone en el mapa a la ciudad más antigua de Occidente no es más que el grito de un pueblo que se expresa con libertad. Crítica, sorna, humor y, sobre todo, una capacidad creativa que está fuera de toda duda y que todos los años sorprende a aquellos aficionados, gaditanos o no, que siguen la actualidad carnavalera.
Pero Cádiz es también una ciudad eminentemente turística. El clima de la zona, cálido y templado, es un reclamo para todos los veraneantes que buscan en sus vacaciones sol, playa y tranquilidad. Si se unen ambos aspectos surge Carnavalea, un proyecto nacido a mediados de 2014 que busca, a través del carnaval, acercar la ciudad de una forma peculiar, permitiendo conocer de primera mano las inquietudes de los principales protagonistas de la fiesta grande, los autores. La idea se basa en encuentros con los letristas más destacados del carnaval de Cádiz en los que se brinda a los asistentes la oportunidad de conocerlos personalmente, así como de descubrir anécdotas y curiosidades de agrupaciones pasadas.
Adelina Moreno es la ideóloga del proyecto que, desde el 22 de agosto de 2014, ha viajado ya por gran parte de España enseñando los entresijos del carnaval a todos aquellos aficionados que así lo deseen. “Como gaditana me gusta mucho tanto el carnaval como mi tierra, por eso siempre estuve dándole vueltas a la cabeza para contribuir de alguna forma con nuestra cultura”, explica con la sonrisa de quien sabe que su idea está cosechando éxitos desde que echó a andar. Sin embargo, no es suficiente y la situación del carnaval siempre ha sido mejorable, por ello Lina piensa que “tenemos que esforzarnos mucho en valorar algo muy preciado como es nuestro carnaval”.
"No entiendo cómo nuestras administraciones no abogan por defender la profesionalización y comercialización del carnaval en todos su ámbitos"
Esta empresaria gaditana de 52 años detalla que Carnavalea “surge después de casi dos años pensando cómo lo podríamos hacer, y se me ocurrió organizar encuentros con algunos de los autores”. Aunque, primero, tuvo que sentar las bases. “Me inventé una historia creando una celestina que uniera a los grandes de nuestro carnaval, los autores, con los aficionados y aficionadas”. Esa celestina no es otra que Carnavalea, “que viene a acercar el carnaval de la mano de los autores a todos aquellos que creen en nuestra fiesta”. Y es que, según cuenta, “cada día nos enorgullece más el proyecto” porque “la gente cada vez llama desde sitios más lejanos, es algo que nos sorprendió mucho”. En los comienzos, la directora creativa del proyecto carnavalero explica que lanzaron “una especie de investigación de mercado con un cuestionario aleatorio en el que no decíamos quiénes éramos ni en qué consistía la idea, pero sí lanzamos una serie de preguntas para conocer cómo le interesaba a los aficionados el carnaval, qué eran capaces de hacer por él o si realmente querían conocer más a fondo de dónde surgía la fiesta”. Esta encuesta vio la luz “un día de diario por la mañana y por la tarde teníamos más de mil respuestas”. Fue en ese momento cuando Lina y su equipo se dieron cuenta que tenían entre manos algo que podría llegar a ser realmente importante.
En palabras de la promotora gaditana, la intención era “que la gente viniera a Cádiz a conocer su carnaval, pero sabíamos que ese propósito no se quedaba solo ahí, sino que nosotros iríamos a los pueblos que nos llamaran para poder acercarles y darles a conocer nuestro carnaval”. Metas que cumplieron poco tiempo después de organizar los primeros encuentros… y que siguen cumpliendo. “Cada vez vamos más lejos —cuenta—: Málaga, Sevilla, Córdoba, Badajoz, Madrid, Barcelona, próximamente Santander…”, un tour por España con el carnaval gaditano como excusa para aficionar a quienes deseen acercarse a los encuentros. Sin embargo, uno de los mayores obstáculos es llevarlo al extranjero. “Pronto saldremos fuera de España, queremos romper todas las barreras que podamos”, afirma con cautela la directora creativa.
"El coro es genuinamente gaditano y la gente de fuera no lo valora lo suficiente"
Una parte indispensable en el proyecto son los autores y su participación en los encuentros. Lina asegura que “ninguno dijo que no, a todos les pareció una buena idea y desde el primer momento los tuvimos a nuestro lado”. Cada uno se planifica a su forma los encuentros según el tiempo del que disponga, “pero todos son entrañables”, afirma la empresaria, que cuenta que “la gente se emociona y se entusiasma, hay más personas que sienten nuestra fiesta de las que nos creemos”. Llama la atención, sin embargo, la ausencia de encuentros con coristas. “El coro es genuinamente gaditano y la gente de fuera no lo valora lo suficiente, aunque poco a poco esa percepción está cambiando”, relata Adelina. “Los aficionados —continúa— quieren conocer la comparsa, la chirigota y, en menor medida, el cuarteto, pero no existe esa misma inquietud por el coro, aunque nosotros estaríamos encantados de poder llevar a alguno”.
Como ideóloga de un proyecto pionero en la industria organizada alrededor del carnaval, Lina Moreno es una voz autorizada para opinar de la situación actual de la fiesta en la ciudad, donde “faltan muchas cosas”. Según la empresaria, “el carnaval es una de las pocas fuentes de riqueza que tenemos y, tal y como está nuestra ciudad de pobre y necesitada, no entiendo cómo nuestras administraciones no abogan por defender la profesionalización y comercialización del carnaval en todos su ámbitos”. Se basa, entre otras cosas, en su experiencia: “Nosotros tenemos un proyecto en el que trabajamos y nos da mucha pena ver todas las cosas que se podrían hacer y no se hacen”. Asimismo, apuesta por el diálogo y el entendimiento para el resurgir de una fiesta que debe ser la esencia de la ciudad, porque “tenemos mucho arte, somos capaces de hacer música sin ser músicos, pero nos falta seriedad, deberíamos sentarnos y unirnos, tanto las empresas como las administraciones y los autores para profesionalizar todo esto”, señala. Para Lina, “no basta con decir qué bonito es nuestro carnaval porque ya se sabe, pero muchas veces nos lo cargamos”. En cuanto al Museo del Carnaval, presente en el debate público en el último mes y medio, la empresaria gaditana apuesta por convertir la ciudad en un museo, "por ejemplo si alguien quisiera un disfraz, un tipo o una peluca debería venir aquí, al igual que los locales y las calles deberían hablar de carnaval, habría que convertirlos en lugares que sean significativos de la idiosincrasia gaditana”.
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