Cádiz tiene numerosos desafíos por delante. La que llaman la ciudad más antigua de Occidente, la Tacita de Plata trimilenaria, tiene un serio problema de despoblación. Por razones territoriales obvias, pero también por la fuerte presión de la especulación al compás de un turismo voraz difícil de domesticar.
El Ayuntamiento de Cádiz lleva casi dos mandatos tratando de regular cuestiones como los pisos turísticos para hacer más accesible y asequible la vivienda, y recientemente incluso ha aprobado una nueva norma municipal que intente frenar el fenómeno de la turistificación. La otra gran cuestión pendiente es la de la movilidad, un empeño que poco a poco se va haciendo realidad con actuaciones que priorizan a los peatones y los desplazamientos sostenibles. Este otoño, así las cosas, concluye uno de los grandes proyectos de ciudad de los últimos tiempos: la reordenación y reurbanización de la emblemática Plaza de España.
Detrás del adoquín y del aparcamiento hay un enorme espacio público por descubrir. Acabadas las obras, el gobierno de la ciudad de Cádiz entiende que este es solo el inicio de un nuevo planteamiento de plaza. El coche desaparece por completo y aparece un gran espacio abierto y diáfano; desaparece la calzada y surge una gran plataforma única contra la inaccesibilidad; desaparece el aparcamiento, y los jardines y arboleda recuperan su protagonismo. La Plaza de España invitará, en suma, a que la vida ocupe el espacio que nunca debió perder.
A propuesta de distintos colectivos sociales y vecinales, que reclamaban reconquistar el terreno perdido por los peatones en una ciudad tan escasa de suelo y de zonas de esparcimiento, la peatonalización de la gran plaza ha sido financiada con fondos europeos de la Iniciativa Territorial Integrada (ITI), dentro de la línea de proyectos de ciudades amables. En total, más de 1,2 millones de euros para dar prioridad al peatón, restringir el paso de vehículos motorizados, ampliar zonas verdes, generar un entorno accesible y seguro —especialmente para los centros educativos del entorno—, conformar más vías ciclistas y hacer del espacio un lugar lúdico y de descanso.
Además, la inversión también revalorizará el patrimonio arquitectónico que jalona la plaza: Casa de las Cuatro Torres, Casa de las Cinco Torres, Antigua Aduana (Palacio Diputación) y Monumento a las Cortes. Asimismo, prevé el ejecutivo local, esta intervención calmará el tráfico en gran parte del casco histórico, ya que se restringe el acceso a barrios como San Carlos, en un proceso firme y decidido para poner en el centro de las estrategias urbanas de Cádiz al peatón. Como colofón, esta intervención permite a la ciudad seguir avanzando en el proceso de integración con el puerto. Y es que la nueva Plaza de España está llamada a ser la futura conexión entre el muelle y el casco viejo gaditano.
“Lo que plantearon los colectivos se ha convertido ya en una realidad”
El Ayuntamiento de Cádiz ha realizado recientemente una visita al estado de las obras de la plaza España, encuadrada dentro de la pasada Semana Europea de la Movilidad y coincidiendo con el Día Sin Coche. El concejal de Urbanismo y Movilidad, Martín Vila, acompañado por la concejala Helena Fernández y técnicos municipales, realizó la visita junto a entidades sociales de la Mesa de Movilidad, que hace seis años plantearon la conveniencia de peatonalizar este emplazamiento. A la cita acudieron Cádiz Centro Comercial Abierto, Plataforma El Árbol, Agadi, Facua, Agaden, la Asamblea Ciclista Bahía de Cádiz y la Asociación de Repartidores Gaditanos ARGA, así como los ediles socialistas Óscar Torres y Natalia Álvarez.
“Lo que plantearon los colectivos se ha convertido ya en una realidad”, apuntaba Vila, que mantiene que “es la forma de recuperar espacio para el peatón, para la gente”. De esta manera, se recupera un gran espacio en el casco histórico. “Sacando el coche de la ecuación, nos encontramos con un lugar para el paseo, para el esparcimiento, para poder disfrutar de los elementos culturales e históricos del entorno y, por supuesto, para hacer vida”, ha comentado el edil.
“Debajo de esas trincheras de coches que había anteriormente rodeando la plaza, hay una plaza en pleno centro por descubrir. Una plaza que va a resolver todos los problemas de accesibilidad con una plataforma única, y una plaza en un casco histórico tan constreñido en la que la ciudadanía va a encontrar un lugar de esparcimiento”. “La vocación —ha añadido— es que dejemos atrás esa imagen de una plaza España rodeada de más de doscientos coches para pasar a una plaza España que puede ser disfrutada por las personas cada día”.
El edil incidió en que este proyecto supone “recuperar la plaza para la vida”, e igualmente indicó que supone “una pieza clave y fundamental en el proceso de peatonalización del casco histórico”. “Con la intervención en la Plaza España hemos modificado los itinerarios de las calles adyacentes, restringiendo el acceso a zonas como Plaza Mina y otras calles del casco histórico”. Vila también aseguró que la peatonalización de este espacio va a beneficiar al barrio de San Carlos, y se ha mostrado convencido de que con esta intervención se fomentará el comercio en la zona.
Con este proyecto se permitirá el tráfico de necesidad en dos puntos concretos de la plaza. También se incluirá unos espacios para juegos infantiles y ejercicios para mayores. Esta intervención, además, supone la peatonalización de los entornos de tres centros escolares, como son el instituto Cornelio Balbo y los colegios José Celestino Mutis y Las Carmelitas.