El espíritu navideño ha traspasado los muros de la prisión Puerto III de El Puerto de Santa María gracias a un proyecto que une arte, reciclaje y educación. Un belén de 3,60 metros de largo por 1,80 metros de ancho, realizado con materiales reutilizados, será expuesto en la Catedral Vieja, permitiendo que la sociedad conozca de primera mano el trabajo de los internos.
La obra ha sido elaborada íntegramente por los internos del centro con la supervisión de los responsables del taller ocupacional y el apoyo de la Cofradía de Medinaceli de Cádiz. Entre cajas de fruta, palillos de café y trozos de cepillo transformados en zanahorias, cada detalle refleja tanto la imaginación como el esfuerzo compartido de quienes participaron.
De la prisión al arte
Vicente Heredia, uno de los autores, explica en Informativos Canal Sur cómo surgieron las figuras: "Todo lo que usamos está reciclado. Cada uno aportó lo que sabía hacer y lo fuimos combinando hasta completarlo". El resultado son más de setecientas horas de trabajo, donde la coordinación y la paciencia fueron esenciales para convertir simples materiales en un belén de gran calidad.
María González, subdirectora de Tratamiento de Puerto III, resalta que estos talleres desarrollan habilidades técnicas y, sobre todo, valores como la responsabilidad, el compromiso, la paciencia, el autocontrol y el trabajo en equipo, fundamentales para la vida dentro y fuera del centro. Por su parte, el educador Francisco Belmaña subraya que estas actividades apoyan la rehabilitación de los internos, fomentando actitudes positivas y colaboración.
Un belén que une tradición y comunidad
José Gómez, hermano mayor de la Cofradía de Medinaceli de Cádiz, celebra la llegada del belén a la Catedral: "Lo colocaremos en el altar donde está la piruleta de la consolación. Es un orgullo que tanta gente pueda verlo".
La exposición permite que los visitantes aprecien no solo la destreza manual y la creatividad de los internos, sino también el valor educativo y social de un proyecto que demuestra que el arte y la solidaridad pueden surgir en los lugares más inesperados.