José Antonio Jarillo tiene formación universitaria como químico y, mucho más importante, gran vocación cervecera. Después de pasar por varias tiendas y clubes especializados de Madrid ha decidido lanzarse a la aventura en su ciudad natal, Cádiz.
Desde este primer sábado de mayo, Un mar de lúpulo está abierta al público en una estratégica esquina, Sagasta con Cervantes, en pleno centro comercial de la ciudad.
La especialidad, la oferta monográfica, está muy clara. La cerveza artesanal es la única base. Más de 150 referencias de toda España y también de Alemania, Bélgica, Reino Unido o países bálticos pueden encontrarse dentro -y a través- de este local.
Aunque el propietario prefiere no resaltar unas marcas sobre otras, "todas tienen su atractivo y sus virtudes", destaca que hay varias de la provincia como La Pulga, de Ubrique, y Malandar, de Rota.
Los que no encontrarán los clientes serán cervezas industriales de ninguna compañía: "Trato de ofrecer en mi tienda lo mismo que me gusta como comprador y aficionado. El cuidado en el proceso de elaboración y, sobre todo, la calidad de las materias primas son factores esenciales, es la prioridad".
En esas cervezas hechas con "métodos artesanos, clásicos", también influyen el transporte, la manipulación y la conservación. "Por ejemplo, es importante que el lúpulo se conserve en frío el mayor tiempo posible".
Entre esas decenas de referencias de cervezas artesanas las hay de tipos muy diferentes, con granos originarios diversos, graduaciones distintas, color y textura de todo tipo, "hasta hechas con pieles de uva o conservadas en barriles de vino".
"Nada de elitismo, hay cervezas para todos, de distintos estilos y precios ajustados"
Jose Jarillo elude el tradicional pique entre vino y cerveza, los ve compatibles: "Me encanta el mundo del vino y vivimos en una tierra de vinos, qué decir de los de Jerez, pero creo que el mundo de la cerveza artesana es también muy rico, tiene muchas posibilidades y es un poco desconocido en esta zona".
A la variedad de la oferta, Un mar de lúpulo quiere añadir "precios ajustados. Hay que comprender la idiosincrasia de Cádiz. La conozco porque soy gaditano y hay que respetar las diferencias entre una sociedad como la de Madrid, por ejemplo, donde he trabajado, y la gaditana".
El responsable de la nueva tienda resume su filosofía: "Nada de elitismo. Abiertos a todo tipo de públicos. Hay cervezas para todos, de distintos estilos y precios. También para el turismo que siempre es bienvenido aunque nuestra prioridad sea el público de la ciudad y la provincia".
Futura agenda de actividades
Con el paso de los meses, este local pretende añadir a su actividad como tienda una programación como club cervecero. Las catas de maridaje gastronómico, entre cerveza y papeo, "con cocineros amigos, de restaurantes de la provincia" están entre las principales opciones venideras.
También se pondrá en marcha "una suscripción mensual" por la que cada cliente, por un precio cerrado, pueda recibir una caja con distintas cervezas recomendadas, comentadas y explicadas.
