Durante los dos mandatos de José María González Santos como alcalde, entre 2015 y 2023, un grupo de vecinos de una de las zonas con mayor renta per cápita de Extramuros se autoproclamó aldea gala de Astérix.
Esos residentes en la calle Marianista Cubillo, religioso fundador del colindante colegio San Felipe Neri, consideraban que el proyecto de peatonalizar 50 metros de vía ante su portal era una provocación y un ejercicio de arbitrariedad.
Este mes de julio de 2025, otro centro educativo concertado y religioso, Salesianas, ponía en funcionamiento un aparcamiento para vehículos privados en el patio escolar hasta que vuelvan las clases en septiembre. Desde la esquina de un lugar se puede ver el otro.
En el precedente de Marianista Cubillo, llegaron a manifestarse varias veces unos 50 ciudadanos -residentes en el edificio de viviendas de la zona- por considerar que la medida de cierre al tráfico impulsada por el concejal de Movilidad, Martín Vila, era injusta.
El Ayuntamiento insistía en que la presencia de un instituto (IES Drago) frente al portal afectado, con entrada y salida de cientos de alumnos a diario, era motivo suficiente. El cierre al tráfico, además, no impedía el acceso de vehículos de servicio como ambulancias o taxis.
La discusión llegó incluso a los tribunales administrativos donde espera resolución. Antes, el gobierno municipal que dirige Bruno García de León ya ha decidido revertir la situación
El nuevo gobierno local afirma de forma oficial que la calle "tendrá plataforma única", es decir, con aceras sin bordillo, "más ancha en el lateral del instituto". La vía incluirá "aparcamientos de automóviles y de bicicletas, la calzada tendrá prioridad para los espacios peatonales". Pero abierta al tráfico.
La decisión municipal pretende ser salomónica y buscar el punto medio entre el tráfico libre que piden los vecinos y la peatonalización que reclama el centro educativo. En la práctica de la resolución final ese equilibrio no existe. La calle volverá a quedar abierta al paso de todo tipo de vehículos sin restricción alguna.
"Retroceso" y "derroche"
La oposición municipal en Cádiz, además de lamentar este retroceso que considera insolidario hacia docentes y alumnos, asegura que la pequeña obra de reapertura supondrá un derroche, casi 400.000 euros para reformar mínimamente 40 metros de calle.
Adelante Izquierda Gaditana cree que este caso muestra que Bruno García "está dando significativos pasos atrás" en materia de transporte público, "y no sólo porque el servicio de autobuses urbanos esté peor que nunca. También por sus políticas contrarias a la peatonalización".
"Ya el pasado año el equipo de Gobierno se cargó la seguridad peatonal en un entorno escolar como la calle Veedor, haciendo caso omiso a la oposición y a los diversos colectivos", detalla el portavoz David de la Cruz.
"Pagar casi 400.000 euros en un espacio que peatonalizó el anterior equipo de gobierno sin necesidad de obras es un despropósito"
"Ahora nos anuncia el alcalde que va a invertir 384.000 euros en reintroducir el tráfico en la calle Marianista Cubillo, a las puertas de un instituto, cuando este centro educativo debería contar con un entorno seguro, sin vehículos circulando por la misma puerta. Estamos a favor de que se acometan mejoras en la calle pero no de cargarse un espacio peatonal".
"Estos pasos para atrás nos están costando muy caros a los gaditanos. Vamos a tener que pagar casi 400.000 euros en un espacio que peatonalizó el anterior equipo de gobierno sin necesidad de acometer obras vuelva a reabrirse al tráfico rodado. Es un auténtico despropósito, un derroche de dinero público para un tramo de calle de 50 metros".
Adelante Izquierda Gaditana concluye de este caso que "Cádiz ha perdido el rumbo de la movilidad sostenible con el PP de Bruno García, se está alejando a la capital gaditana de ser una ciudad propia del siglo XXI".
