El flamenco late en las aulas de Andalucía. Con motivo del Día Internacional del Flamenco, que se celebra cada 16 de noviembre, muchos colegios andaluces han organizado actividades especiales para acercar este arte universal a los más pequeños. Uno de los momentos más emocionantes se ha vivido en el CEIP Diego Velázquez de El Ejido, en Almería, donde la clase de Educación Infantil del maestro Alberto, entre los 10 primeros finalistas a Mejor Docente de España en los premios Educa Abanca 2020, recibió una visita inesperada: la del reconocido bailaor almeriense Eduardo Leal.
Eduardo, maestro-repetidor del Ballet Flamenco de Andalucía, compartió con los niños y niñas su arte, su historia personal y su pasión por el flamenco. A lo largo de su extensa trayectoria ha trabajado en prestigiosas compañías como la de Joaquín Cortés y en la de Rafael Amargo con producciones. También formó parte de la compañía de Rubén Olmo estrenando espectáculos como Belmonte y Pinochio. Posteriormente, se incorporó a la Compañía Flamenca de José Porcel y fue solista en la Compañía de Aída Gómez, interpretando junto a ella piezas como El Fandango de Candil.
La actividad, impulsada por el maestro Alberto, forma parte de un proyecto que busca conectar la cultura andaluza con referentes reales, cercanos y actuales. No se trataba solo de leer sobre flamenco o colorear un bailaor, sino de vivirlo, sentirlo y aprenderlo desde la experiencia directa. Los pequeños tuvieron la oportunidad de entrevistar a Eduardo, preguntarle cómo fueron sus inicios, conocer anécdotas de su infancia e incluso bailar con él, en un ambiente lleno de espontaneidad y curiosidad.
Cuando la escuela conecta con la realidad
"Nuestro objetivo es que el flamenco no se quede en un dibujo, sino que se viva, se sienta y se comparta. Y hoy lo hemos conseguido", destacó el maestro Alberto, visiblemente emocionado.
La visita se convirtió en un auténtico momento mágico. Así lo compartió el docente en sus redes sociales, donde compartió algunas palabras. “Cuando la escuela conecta con la realidad… pasan cosas maravillosas. (...) Y de repente, como si el duende se hubiese escapado del tablao para entrar en nuestra aula… ¡Eduardo Leal apareció en la clase!”, expresa.
Niños zapateando con naturalidad, palmas sin que nadie las pida y ojos brillantes al sentir el compás. Como dice el maestro Alberto, “hoy hemos comprobado que el flamenco es cultura viva, identidad, emoción y verdad”. Una experiencia que demuestra que la escuela también puede ser un tablao donde el arte se convierte en aprendizaje.