La clasificación de España a las semifinales de la Copa Davis tras derrotar a República Checa dejó una estampa inesperada: Carlos Alcaraz siguiendo el partido desde el sofá de su propio salón. La escena, difundida en redes sociales, llamó rápidamente la atención no solo por la presencia del tenista, sino por la sorprendente sencillez del espacio en el que veía el encuentro decisivo.
Lo que más ha destacado entre los usuarios ha sido el contraste entre el currículum deportivo de Alcaraz y la modestia del salón donde descansaba. En las estanterías se apreciaban las réplicas de sus trofeos del US Open y Wimbledon, junto a lo que parecía ser su última conquista: la bandeja de finalista de las ATP Finals. También se divisaba una fotografía enmarcada de su primer Grand Slam, el US Open de 2022, además de la biografía de Roger Federer, un detalle que muchos interpretaron como guiño a una de sus mayores referencias en el tenis.
Una imagen que refleja humildad y cercanía
Las redes sociales no tardaron en fijarse en otros elementos cotidianos del salón del murciano. El mantel, especialmente, se convirtió en uno de los objetos más comentados por su sencillez. Algunos mensajes reflejaban la reacción generalizada de las redes: “Mantelito como los de casa de mi abuela. Enorme Alcaraz”, “tengo cosas de Alcaraz en mi casa”, “es como volver a casa de tus padres” o “me encanta la foto de Alcaraz con un salón normalísimo, mantel puesto y los trofeos colocados casi como si nada”.
Los comentarios se multiplicaron conforme la imagen continuó viralizándose. La mezcla entre los símbolos de una carrera meteórica y la normalidad del entorno doméstico generó un efecto de cercanía que numerosos usuarios destacaron como poco habitual en deportistas de élite. Para muchos, la instantánea ofrecía una lectura clara: la grandeza deportiva no siempre va acompañada de ostentación.
La repercusión llegó incluso al ámbito comercial. La compañía sueca Ikea reaccionó en redes con humor ante la acumulación de trofeos visibles en el mueble del tenista, señalando: “Vamos a tener que ir enviándote otra estantería, que esa ya se está llenando”.
