De casi morir en un accidente a volver a pisar el césped. Michail Antonio, delantero del West Ham United, atraviesa uno de los capítulos más duros de su vida profesional y personal, Tras el grave accidente de tráfico que sufrió en diciembre de 2024, el futbolista jamaicano, de 35 años, continúa inmerso en un largo proceso de recuperación.
Este fin de semana, la que ha sido estrella durante una década en el fútbol inglés ha hecho un gran esfuerzo en apenas unos meses para volver a correr... pero también a caminar, que no ha sido fácil.
El accidente le provocó una fractura de fémur, el hueso más largo del cuerpo humano. Desde entonces, Antonio no ha vuelto a pisar un campo de fútbol en partido oficial.
En este contexto, el West Ham publica este lunes su tradicional lista de jugadores retenidos para la siguiente temporada y, como marca el protocolo, Michail aparece como free transfer. Es decir, sin contrato en vigor. Esto no implica una ruptura definitiva. El club ha emitido un comunicado oficial en el que aclara: “Dada la situación única de Michail Antonio, tras su grave accidente de tráfico, no se tomará ni se anunciará una decisión formal sobre su futuro hasta que se considere el momento adecuado”.
Y añade: “Como un jugador veterano, muy respetado y querido miembro de la familia del West Ham, la absoluta prioridad del club en este momento es apoyar a Michail personalmente en su proceso de recuperación para que pueda volver a jugar al más alto nivel”.
La noticia ha caído como un jarro de agua fría entre la afición, que durante años ha coreado los goles del máximo goleador histórico del West Ham en Premier League. Antonio, que llegó al club en 2015, suma más de 80 goles y una trayectoria marcada por su entrega, su potencia y su carisma. Una leyenda moderna que ahora enfrenta su batalla más complicada.
No se sabe si volverá a jugar al fútbol. La recuperación va lenta, como suele ocurrir en fracturas de este tipo. No hay plazos ni certezas. Solo un objetivo: que Michail vuelva a caminar, correr y, si puede, volver a marcar goles. De momento, ya se le ve por el césped de los entrenamientos.
Las imágenes del Ferrari destrozado y del delantero posando junto a los paramédicos que le salvaron la vida hablan por sí solas. El fútbol quedó en pausa. Ahora el reto es otro, y va mucho más allá de lo deportivo.
Aunque su futuro es incierto, no se descarta que pueda recibir ofertas una vez esté recuperado, ya sea en Inglaterra o en otros mercados. Pero por ahora, lo único que importa es que sane. Porque hay momentos en la vida que pesan más que un contrato. Y hay historias, como la de Michail Antonio, que merecen tener un final a la altura.


