Antonio Vadillo (Jerez, 1977) se ha convertido en uno de los nombres propios del fútbol sala internacional. El entrenador del Illes Balears Palma Futsal ha logrado un hito histórico al conquistar tres veces consecutivas la Champions League y dos Copas Intercontinentales, un palmarés que lo sitúa entre los técnicos más influyentes del mundo.
Su labor fue reconocida en los FutsalPlanet Awards celebrados en diciembre de 2024 en Foz de Iguaçu (Brasil), donde fue distinguido por segundo año consecutivo como mejor entrenador del planeta. A ello se suman distinciones locales como la Medalla de la Provincia de Cádiz, el Premio Ciudad de Jerez y el galardón a Mejor Entrenador en las dos últimas Galas del Deporte de su ciudad natal.
La trayectoria de Vadillo comenzó como jugador en el recordado Frío Jerez y continuó en equipos como Caja San Fernando Jerez, A.E. Manacor y ONO Jerez. Consolidó su carrera en el Benicarló, donde permaneció ocho temporadas, antes de pasar por el Al Ryyan y finalizar en el Palma Futsal, donde colgó las botas en 2020. Fue internacional con España en ocho ocasiones y elegido en su día como Mejor Cierre de la Liga Nacional de Fútbol Sala.
Tras retirarse, asumió el banquillo del Palma Futsal en la temporada 2020-2021. Desde entonces, el equipo ha protagonizado una era dorada con títulos europeos e internacionales que lo han llevado a lo más alto. “Lo que más me motiva es mantener esta línea de trabajo y seguir superándonos cada temporada”, afirma Vadillo a este periódico.
Reconoce que su trayectoria y los éxitos recientes han disparado su cotización en el mercado internacional. "Tengo la suerte de poder elegir, ahora mismo decido seguir en Palma porque me siento como en casa", señala el técnico jerezano, que admite haber recibido ofertas en los últimos años aunque insiste en que su motivación y compromiso están centrados en el proyecto balear.
Vadillo reconoce la exigencia de un calendario cada vez más denso, con hasta seis competiciones en juego, aunque asegura que su equipo ya está habituado a convivir con esa presión. "Venimos de tres finales seguidas, hemos ganado dos títulos y la clave es mantenernos siempre entre los mejores", señala.
Un pabellón con su nombre en Jerez
Durante su estancia en Jerez este verano, el entrenador se ha mostrado agradecido por los reconocimientos institucionales recibidos en los últimos años, después de haber lamentado en el pasado una falta de valoración en su tierra natal. “Estoy muy feliz por el apoyo que me han mostrado la alcaldesa y la presidenta de la Diputación”, expresó, sin ocultar la ilusión que le haría que algún día el pabellón Ruiz-Mateos llevase su nombre.
"Me haría muchísima ilusión que algún día el pabellón Ruiz-Mateos llevase mi nombre, porque es el lugar donde crecí y pasé muchísimas horas", explicó Vadillo. "Sería un sueño y un gran honor, aunque también sé que en estas cosas siempre hay división de opiniones. Si algún día ocurre, para mí sería realmente gratificante".
Sobre el presente del fútbol sala en Jerez, Vadillo se muestra optimista y destaca el trabajo que se está realizando en la ciudad para recuperar su histórica tradición en este deporte. "El ambiente en los partidos es espectacular, el pabellón se llena y hay muchos niños que vuelven a engancharse. Jerez siempre ha sido tierra de fútbol sala y ahora se nota que esa energía está regresando", asegura.
De cara al futuro, admite que llegará un momento en que su ciclo en Palma se cerrará, aunque insiste en que hoy se siente como en casa y con la motivación intacta. "El deporte no tiene memoria, cambia muy rápido, pero lo que hemos conseguido ya es histórico. Ahora lo único que pienso es seguir disfrutando y haciendo las cosas bien", concluye.
