Arsenio Iglesias, el entrenador que obró el milagro del Deportivo de la Coruña a finales de los 80 y principios de los 90, ha fallecido a los 92 años de edad. El Brujo de Arteixo, como era conocido, logró convertir un equipo humilde en el tercero en discordia tras Real Madrid y Barcelona.
Padre del mítico Superdepor, Arsenio conquistó la Copa del Rey de 1995. El mundo del fútbol lamenta hoy su muerte y recuerda la sencillez que aportó a los banquillos.
Aquellos ocho años dorados en el Deportivo le dieron el billete para llegar a entrenar al Real Madrid. En el conjunto gallego dirigió a los Mauro Silva, Bebeto, Fran, Donato y compañía.
A las puertas de ganar el campeonato liguero se quedó al cierre del curso 93-94, con aquel recordado penalti de Djukic que acabó deteniendo el portero José Luis González. Arsenio, un tipo auténtico y genuino, una especie de entrenador que ya ha quedado en extinción.
