El 'Caso Rubiales' aún no ha terminado. En los últimos días, la intensidad informativa sobre lo sucedido con el ya ex presidente de la Real Federación Española de Fútbol ha bajado. Eso, sin embargo, no quiere decir que no quede mucha tela que cortar después de que el motrileño besara sin consentimiento a Jenni Hermoso en la celebración del Mundial Femenino.
Desde entonces son muchos los capítulos que se han ido sucediendo. Los últimos fueron referentes a la huelga de hambre de su madre, que acabó con la hospitalización de Ángeles Béjar, y a la decisión del Tribunal de Arbitraje Deportivo, previa denuncia del Consejo Superior de Deporte, de considerar los actos de Rubiales "graves" en lugar de "muy graves". Esto no es irrelevante ya que imposibilita el Gobierno inhabilitarlo.
Precisamente, sobre esto ha emitido un comunicado la Asociación de Futbolistas Españoles (AFE), el principal sindicato del sector. La asociación pide la remoción de Jaime Caravaca, uno de los miembros del TAD que valoró el caso hace unos días.
El motivo que argumenta el sindicato es que incumple gravemente sus obligaciones ya que la asociación considera "que existe un conflicto claro de intereses en su participación en el procedimiento sancionador a Luis Rubiales". Jaime Caravaca es sobrino de Ramón Caravaca, uno de los abogados de Rubiales. La AFE también puntualiza que "participar en un procedimiento estando incurso en causa de abstención como miembro del TAD es una infracción a la ética de la función pública y a las normas del procedimiento administrativo".
