A José Antonio Rueda Ruiz, el hijo de Gustavo y de Almudena, le costaba esta mañana controlar las lágrimas y los mocos en la rueda de prensa donde una nube de periodistas internacionales le preguntaba en Indonesia por lo evidente: qué se siente tras haberse proclamado campeón del mundo de Moto3. La pregunta es de cajón, pero la respuesta puede ser infinita, porque 19 años, once meses y 6 días constituyen una historia vital mucho más ancha que larga para un chaval como este palaciego, criado en una de sus pedanías, la más pequeña de todas, Chapatales, que nunca ha llegado a los 400 habitantes desde que fue fundada como poblado de colonización hacia el año 1970.
La pregunta se difumina rápidamente en el inmenso agradecimiento que este alumno del colegio público Los Girasoles y luego del IES Diego Llorente siente por su equipo, después de “unos años que no han sido fáciles”; por sus padres “y todos esos momentos que han costado un poco más, aunque ellos se han esforzado para darme lo que hiciera falta”; por Trigo, su preparador personal, “pues no hay otra persona en el mundo con más disciplina”; por sus hermanos “y todo lo que han sufrido conmigo”; por su familia, “que me estará viendo desde casa”; por sus amigos e incluso por sus enemigos, “toda esa gente que no confiaba en mí”. La mentalidad Kobe Bryant salió a flote cuando tuvo que hacerlo.

Rueda, que cumplirá 20 añitos el 29 de este mes, no ha podido evitar su sangre, sudor y lágrimas porque “soy muy sentimental”, ha añadido, recordando que “vengo de Los Chapatales, que incluso gente en Sevilla no sabe ni dónde está”. Memorioso como pocos deportistas de élite, exceptuando quizá al triunvirato con el que comparte patria chica –los futbolistas Jesús Navas, Fabián Ruiz y Gavi-, el chaval José Antonio, el flamante campeón del mundo, ha evocado que “allí solo hay campo, cabras y tractores” después de cumplir el sueño de su vida, que era ser campeón del mundo en Moto3 con este equipo. “Hoy lo he conseguido”, ha dicho, tentándose la ropa para terminar de creérselo.
El primero de Andalucía
Ya es historia del deporte andaluz, y desde luego sevillano, palaciego y chapataleño. Es el primer piloto andaluz y sevillano que se proclama campeón del mundo en motociclismo. El año 2025 puede resumirse, en su caso, con nueve victorias, once poles y un control sin fisuras en alguien con una madurez y constancia increíbles a su edad. Ahora le echarán la culpa al tomate, como cantan Los Chanclas –también de aquí- y como suele decirse en este pueblo orgulloso de su bombón colorao, pero su tío José Antonio Rueda (orgulloso de llamarse como él, aunque sea al revés: el campeón del mundo se llama como su tío) asegura que “siempre ha sido así: “muy bueno, muy humilde, muy maduro, con una capacidad que le sale sola”. Y que come de todo, no solo tomates, “aunque últimamente lleve una dieta solo para cuidarse”.
Todo empezó en La Antilla
Su tío y tocayo, que lo conoce desde que nació porque además han vivido a cien metros de distancia en el poblado, recuerda que era muy pequeño, apenas tres años, cuando participó en una carrera de motitos de batería, en la playa de La Antilla (Huelva), donde veraneaban. Aquella primera vez quedó el último, “nos miró a todos y nos dijo que él no quería correr en motos de juguete”, cuenta ahora su tío con una sonrisa. “Así que su abuela le compró al año siguiente o al otro una motito de gasolina y el niño empezó a correr tomándoselo en serio”. Tendría seis años. Con ocho se proclamó campeón de España y de Andalucía de minimotos, títulos que revalidó al año siguiente con una facilidad asombrosa.
Con once años se proclamó campeón de España en Moto4 y su progresión continuó en la European Talent Cup. Para entonces, en la Gala del Deporte de su pueblo natal, Los Palacios y Villafranca, fue galardonado con el premio Mejor Deportista Promesa. Tenía 14 años. Poco después debutó como piloto oficial del equipo RedBull KTM Ajo en el Mundial de Moto GP. Con 18 años recién cumplidos el Ayuntamiento de su pueblo volvió a focalizarlo en la Gala del Deporte como el Mejor Deportista Masculino, y siempre con la sensación de ir por detrás de lo que marcaba la velocidad de su ruedas, de su vida de deportista precoz, porque el galardón palaciego se quedaba ya pequeño para alguien que había sido el único en ganar el FIM Junior GP World Championship y la RedBull Rookies Cup en una misma temporada. Ya no era solo una promesa.
Joven del Año 2025 en su pueblo
El alcalde palaciego, Juan Manuel Valle (IP-IU), acaba de anunciar que reunirá a todos los grupos de la oposición para proponerles algo con lo que ya sabe que estarán de acuerdo: nombrar a José Antonio Rueda Joven del Año 2025, un galardón que suele concederse en el mes de diciembre. Antes, se recibirá a Rueda en el Ayuntamiento con todos los honores, en un acto que se prevé multitudinario en la Plaza de Andalucía.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP), que ha sido -hace solo dos semanas- el primer presidente en visitar el Ayuntamiento de Los Palacios y Villafranca en toda la historia de la democracia, no ha tardado en felicitar al campeón palaciego a las claras del día. “¡Los Palacios, Sevilla y Andalucía dan un nuevo Campeón del Mundo a España!”, ha escrito en sus redes sociales, al tiempo que, con una foto suya con él, ha recordado que “fue el primer andaluz en ganar en Jerez”. “Orgullo de andaluz y de pueblo”, ha subrayado.
El orgullo se palpa en el pueblo, que suma un cuarto campeón a su consciente colectivo, tal y como ya reflejaba, hace más de un mes, una de las camisetas que produce el emprendedor palaciego Víctor Díaz con motivos tan locales. En una de ellas puede apreciarse a Jesús Navas, Fabián Ruiz, Gavi y a José Antonio Rueda, cual los miembros de The Beatles en una de sus más icónicas portadas de discos, atravesando un paso de cebra con la inscripción: "The Biggests in Los Palacios".
Le encanta el pádel
Quienes lo conocen bien, aseguran que José Antonio Rueda es uno cuando está absolutamente concentrado en sus competiciones y otro bien distinto, más relajado, cuando anda con sus primos y sus amigos. “No habla de motociclismo normalmente, porque cuando está con nosotros, está con nosotros”, cuenta uno de sus primos con los que suele echarse sus partidas de videojuegos. “Cuando viene por aquí le gusta mucho jugar al pádel y también se echa sus partidos de fútbol”, explica su tío José Antonio, al tiempo que insiste en que “es un chaval muy normal fuera de las competiciones de motociclismo, que hace lo normal para su edad” y que “disfruta con su familia”.



