A las 12 de la mañana, un pequeño puesto cercano al todavía llamado Estadio Ramón de Carranza coloreaba una esquina de blaugrana, azules y amarillos. Es Antonio Gajardo Jaramillo, un extremeño de Fuente del Maestre (Badajoz) que lleva desde 1988 en el comercio al por mayor de prendas deportivas y accesorios. "Está la cosa mu mala", responde cuando se le pregunta qué tal está. Aunque en seguida matiza que gracias a su fábrica 'Fontextil', ubicada en su pueblo, puede sobrevivir. La empresa de Antonio es la encargada de hacer parte del merchandising de clubs como el Cádiz, el Betis, el Sevilla, el Córdoba Cf y el Osasuna, y para otros de categorías inferiores.
Hoy sería un día grande para Cádiz, el Cádiz y sus cadistas, de no ser por las restricciones a consecuencia del covid. No solo sería un día grande para las gaditanas y los gaditanos, sino para toda aquella persona que disfrute del fútbol y su ambiente. También para este empresario. "Hace 15 años que no juega el Barça aquí -comenta Antonio- si hubiera afición, hoy sería un día de los buenos buenos". Son las dos de la tarde y apenas han vendido 40 euros. "Un compañero que me compra material solía poner dos o tres puestos cuando jugaba el Cádiz, pero ya no te merece la pena", apunta el fontanés, que reconoce venir "para que al menos me vea la gente".
Dos aficionados se acercan al puesto preguntando por algo insólito en un partido del Cádiz contra el Barça: no una, sino tres bufandas del Madrid. La compañera de Antonio los ha atendido amablemente y satisfecha porque "algo de caja se ha hecho". Gracias al Madrid, pero al fin y al cabo, es dinero. Antonio explica que mañana estarán en el partido del Almendralejo, hoy entregó unas bufandas al Coria que jugaba contra el Oviedo y así, comenta, que va trabajando por semanas. “Estamos aguantando porque somos fabricantes además de vender en las tiendas, si no, sería imposible”, afirma convencido. Esta temporada se adivina un producto estrella entre tanto merchan futbolero y son las mascarillas de los principales equipos de la liga, aunque Antonio prefiere llevar una con estampado de guerrilla.
Los aledaños del estadio del Cádiz parecen los de un día cualquiera, salvo por el despliegue de trailers para la retransmisión de tan esperado encuentro. Algún policía vigilando la zona, pero nada extraordinario. Esta noche jugarán los grandes del fútbol, algunos de ellos alcanzan la categoría de ídolos. Parece mentira que Messi vaya a estar a escasos metros del barrio de La Laguna y que la afición cadista no pueda disfrutar de su juego. Un sueño truncado para muchas y muchos aficionados. Aunque Antonio lo tiene claro: “Prefiero que gane el Cádiz porque, a parte, es mi bolsillo”, sentencia juntando pulgar e íncide con el gesto del dinero. Hasta las seis de la tarde que tendrá que recoger su puesto, tiene tiempo.
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