Historias de superación sobre dos ruedas: "El motociclismo se lleva en la sangre, tengas una pierna o dos"

Antonio Montoya y Jordi Simón son dos de los motociclistas que han hecho historia al participar en las dos primeras carreras en Andalucía para pilotos discapacitados

Uno de los participantes en la Copa Handy para pilotos discapacitados. Historias de superación sobre dos ruedas.
Uno de los participantes en la Copa Handy para pilotos discapacitados. Historias de superación sobre dos ruedas.

Lejos de los focos futbolísticos que apuntan a los egos de jugadores que se bañan en millones de euros hay otro deporte. Un deporte que guarda valores e historias de superación como las de Antonio Montoya y Jordi Simón, dos de los pilotos que hicieron historia el pasado fin de semana en el Circuito de Jerez-Ángel Nieto al participar en las dos primeras carreras de la historia que se disputan en Andalucía para pilotos con discapacidad física.

Antonio Montoya y Jordi Simón, en Jerez.
Antonio Montoya y Jordi Simón, en Jerez.   CIRCUITO DE JEREZ

Una iniciativa, la de la Copa de Andalucía de Motociclismo Inclusivo, auspiciada por la Federación Andaluza de Motociclismo y que sigue la iniciativa puesta en marcha hace varios años por la Real Federación Motociclista Española con la Handy ESBK, competición para pilotos con discapacidad física. Pero la gran valedora de todo, la que puso el primer grano de la montaña, fue Pilotos Capacitados, una asociación liderada por Álex Cruz, que se fundó con el objetivo de reinsertar en circuitos y calles a pilotos y moteros con movilidad reducida. 

Una imagen previa al inicio de la carrera de la Copa de Andalucía de Motociclismo Inclusivo.
Una imagen previa al inicio de la carrera de la Copa de Andalucía de Motociclismo Inclusivo.   C.J.

Y con la referida asociación y el circuito jerezano como puntos de unión, nos encontramos con las vivencias de Antonio y Jordi, dos personas que representan la capacidad de superarse día a día y la pasión por el mundo de las motos. El primero de ellos tiene desde pequeño una displasia de cadera, una dislocación de la articulación de la cadera que le impide doblar la espalda. A esto se le suman varias vértebras dañadas y una limitación en las piernas que le imposibilita abrirlas mucho. "Aunque pueda andar con las muletas, conduciendo vengo a ser como una persona con paraplejía. Estoy muy limitado funcionalmente", destaca Montoya a lavozdelsur.es.

"Aunque pueda andar con las muletas, conduciendo vengo a ser como una persona con paraplejía"

En el caso de Jordi, su discapacidad se la produjo un maldito accidente de tráfico mientras estaba trabajando. La pierna izquierda la tiene amputada por encima de la rodilla y tiene el codo izquierdo fijado a 90 gramos". Su afición por las motos quedaba aparcada en aquella carretera donde pensaba que habían muerto sus sueños sobre ruedas. Pero un buen día de hace cuatro años conoció a Álex Cruz, campeón de Europa de motociclismo adaptado, que le explicó el proyecto de traer a España carreras para motociclistas con discapacidad.

Jordi Simón, sobre el asfalto jerezano.   GEMMA ROMERO
Jordi Simón, sobre el asfalto jerezano.   GEMMA ROMERO

"Nos pusimos a trabajar en una moto para que la pudiera conducir. Tuvimos que poner el cambio en el pie derecho, ya que yo no tengo pie izquierdo. Hice un poco de adaptación en el manillar para compensar la limitación que tengo en el codo. Cambié el freno y adapté todo a mis condiciones físicas. Y a partir de aquí empezamos a rodar en un circuito por primera vez. Para mí fue algo nuevo. Empezamos en Cheste, luego en Navarra y ahora en Jerez", relata Simón. 

Jordi ha tenido que adaptar su moto a su protesis.   GEMMA ROMERO
Jordi ha tenido que adaptar su moto a su prótesis.   GEMMA ROMERO

La experiencia de rodar en el trazado jerezano ha sido algo inolvidable para Jordi. "Una auténtica pasada. Fue muy espectacular y disfruté mucho del ambiente. Las instalaciones y la atención de los comisarios fueron fantásticas. Resultó todo de lo más satisfactorio. No podemos olvidar que se trata de la catedral del motociclismo. Lástima que no pude subir al podio por un problema con el freno, pero lo disfruté igualmente". 

Simón, en el entreno cronometrado.   GEMMA ROMERO
Simón, en el entreno cronometrado.   GEMMA ROMERO

Unos locos de las motos

El motociclismo siempre le había acompañado entre sus grandes aficiones. "He llevado moto por la calle, pero después del accidente pensé que eso se había acabado para mí al tener solo una pierna". Pero Jordi, tras conocer a Álex Cruz, no se rindió. "Como la afición estaba ahí, empecé a conducir una vespa, que lleva el cambio en la mano. Volví a coger confianza. En casa siempre hemos sido unos locos de las motos. Eso siempre se lleva en la sangre, tengas una pierna o dos. Las discapacidades no nos limitan lo que podemos o no hacer", apunta. 

Antonio Montoya, subido a su moto.
Antonio Montoya, subido a su moto.

La familia de su compañero Antonio también ha sido de asfalto y gas. "En casa siempre ha habido afición a las motocicletas. Con seis años ya tenía una moto de campo, que es la que me ha ido acompañando durante casi toda mi vida mientras que mi cuerpo me dejaba. Hace diez años la tuve que dejar porque ya no podía montarme en ella. Unos compañeros que salían en moto de carretera me dijeron que probase en una, que no son tan fuertes como las de campo. Eso me motivó bastante porque veía que podía volver a conducir. Me la tuve que adaptar y vi que podía darle gas". 

Entonces, al igual que le pasó a Jordi, se encontró un día a un hombre que le habló de Álex Cruz y de la asociación que se estaba creando para llevar a pilotos con discapacidad a carreras. "Tanto Álex como Ángel Argudo me informaron de cómo iba a ser todo. Estaba muy ilusionado y un buen día nos pusieron la primera carrera en el Circuito Ricardo Tormo de Valencia". 

El piloto valenciano, en el circuito italiano de Mugello.
El piloto valenciano, en el circuito italiano de Mugello.

Incluido por la Federación Valenciana de Motociclismo en la lista de pilotos de élite, Montoya también cuenta ya con experiencia fuera de España al estar participando en el Campeonato de Europa. Ya ha corrido en grandes trazados como el de Le Mans, Misano o Mugello. Rodar en esos circuitos y en el de Jerez son sensaciones indescriptibles para el piloto valenciano.

"Los límites solo te los pones tú. Todos tenemos que saber que siempre hay una salida"

"Es espectacular. Es algo que solo saben las personas que están ahí. El motociclismo es parte de mi vida y he vuelto a levantar todas mis ilusiones y expectaciones. Poder competir en pruebas así es algo muy importante para las personas que se ven muy limitadas. Mentalmente, nos ayuda muchísimo".

Montoya, en acción.
Montoya, en acción.

Y antes de llegar a la meta final de esta carrera por la visibilidad del deporte de inclusión, Antonio ofrece toda una lección de vida. "Los límites solo te los pones tú. Todos tenemos que saber que siempre hay una salida y hay que intentar buscarla. La gente que tenga accidentes, que se encuentre imposibilitada en silla de ruedas, que haya tenido una enfermedad grave, que sepa que si antes le gustaba hacer algo, puede seguir haciéndolo porque hay muchos deportes que apuestan por la inclusión. Yo voy a seguir en las motos, ya no solo por mí, sino por las futuras generaciones que vendrán. Vamos a intentar dejarles una puerta abierta, que vean que esto ha sido posible y que pueden formar parte de ello".

Sobre el autor:

Rubén Guerrero.

Rubén Guerrero

Periodista con más de veinte años de experiencia en los medios de comunicación (prensa escrita, digital, radio y televisión). Autor de Nosotras. Historias del olvidado deporte femenino y otros seis libros más. Recuperando la ilusión por el periodismo en lavozdelsur.es.

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