No es ninguna carambola. Se trata de la historia del pequeño que ha ganado hasta en dos ocasiones a los grandes. En lugar de una honda emplea un taco de billar y casi poco más. Ni tiempo tiene para entrenar. Lo hace a las cinco de la mañana. Nada más levantarse de la cama, Juan Antonio Pina (Jerez, 1985) se despereza un poco y camina hacia la mesa de billar que tiene en su casa. Mientras su familia duerme, este jerezano juega a su afición favorita.
Así se lo toma, como un hobby que le ha llevado a ser doble campeón de España de billar frente a auténticos profesionales que se preparan día a día para ser los mejores del mundo. "Es como si el Alavés, por ejemplo, ganase la Liga, la Copa del Rey y la Champions", cuenta Pina.
"Es como si el Alavés ganase la Liga, la Copa del Rey y la Champions"
Billarista de madrugada y empresario de día, Juan Antonio es CEO de Gesfor, una empresa que se dedica al crecimiento de otras sociedades a través de la formación. Y para progresión, no hay mejor ejemplo que la suya en un deporte de precisión que lleva años intentando ser olímpico.
El fin de la hegemonía en el billar español
La primera gesta de este David jerezano llegó en 2018, año en el que conquistó su primer Campeonato de España de billar de Bola 8. Toda una hazaña que suponía el fin de una hegemonía, la de los Goliat, los tres billaristas (David Alcaide, Francisco Sánchez y Francisco Díaz) que llevaban ganándolo todo en la última década. Para conseguir su brillante triunfo, dio buena cuenta del campeón del mundo y del mejor de Europa.
La gran sorpresa fue admirada y elogiada por sus rivales, que ponen en valor el empeño de Pina a pesar de ser aficionado. Lo que tal vez no pensaban sus adversarios es que el jerezano iba a dar nuevamente la campanada en 2021, tras no haber competición en 2020 por la pandemia y después de haber acabado quinto el campeonato de 2019.
Este año, ante 127 jugadores —16 de ellos profesionales—, el billarista jerezano ha triplicado incluso las victorias al ganar en Bola 9, Bola 10 y, como capitán de Andalucía, por selecciones. Ya en 2019 también fue campeón de Europa en Treviso (Italia) con el combinado español.
"Me podría dedicar en exclusiva al billar, pero no me aportaría tanto económicamente como para dejar mi profesión"
Sus éxitos y talento innato han llamado la atención de una de las firmas más prestigiosas en el mundo del billar, que ha decidido ficharle. Todo un pelotazo que, sin embargo, no cambiará —de momento— su rol de jugador no profesional. "Tengo el aliciente de jugar un año todos los torneos internacionales para ver lo lejos que puedo llegar. Iba a empezar este año, pero es un objetivo que requiere tiempo. Me podría dedicar en exclusiva al billar, pero mi trabajo me va bien. El billar no me podría aportar tanto económicamente como para dejar mi profesión".
Un torneo en Moscú es su próxima cita internacional. Cada compromiso fuera de casa supone dejar la familia y los negocios durante al menos una semana. "Mi familia está muy orgullosa y hace un gran esfuerzo para que yo puedo jugar. Mi hijo, de seis años, está contentísimo. Cuando llego a casa, me dice: 'Ahí viene el tricampeón de España'. A él no le hace mucha gracia el billar porque lo asocia con que estoy fuera de casa", cuenta Juan Antonio a lavozdelsur.es.
Mañana, a las cinco de la madrugada, volverá a sonar el despertador. Las bolas ya esperan sobre el tapete al número uno del ránking nacional.
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