Para un Homero moderno, el gigante de la mitología griega nacido de Gea y la sangre de Urano estaría representado por todo un campeón de la NBA como Giannis Antetokounmpo, un jugador que lleva viviendo su particular odisea desde que naciese hace 26 años (6 de diciembre de 1994) en Sepolia, un humilde barrio de Atenas. Aunque ahora disfruta del anillo de campeón conseguido recientemente con los Milwaukee Bucks, su vida no ha sido nada fácil.
Hijo de inmigrantes nigerianos, Anteto fue un apátrida hasta que a los 18 años pudo obtener la nacionalidad griega. Un año más tarde llegaría a Zaragoza para jugar en el CAI, desde donde dio el enorme salto a la liga norteamericana. De vendedor callejero en una cuneta, escapar de la policía y sufrir el racismo de los ultraderechistas de Amanecer Dorado, Giannis pasaba a formar parte de la mejor competición de baloncesto del mundo.
Aquellos difíciles años de su infancia en los que la pobreza ganaba casi todos los partidos, aquellas primeras aventuras con el deporte de la canasta, dan vida a Giannis Antetokounmpo: el MVP que surgió de la miseria, una biografía —la primera en español— del gigante heleno que lleva la firma del granadino José Manuel Puertas, uno de los grandes especialistas del baloncesto en España. La historia de este libro, que es todo un bestseller en Grecia (es el tercer libro más vendido de no ficción), nació hace cuatro años. "Por entonces, obviamente, no sabía que iba a ganar la NBA porque no estaba ni en la carrera del MVP. El hecho de cómo llega a la NBA y esa historia personal que tiene detrás ya merecía profundizar en su vida y destapar muchos detalles que ocurrieron en esos primeros 18 años de su vida", cuenta Puertas a lavozdelsur.es.
Antetokounmpo no tuvo un amor a primera vista con el baloncesto
El relato oficialista ha vendido que Antetokounmpo tuvo un romance a primera vista con el baloncesto, pero esto para nada fue así según Puertas: "A él no le gustaba el baloncesto y a este deporte llega de casualidad. Hasta los 13 años no había jugado. Y luego, una vez que empieza, lo deja en muchas ocasiones porque no le gusta. No fue hasta los 15 años cuando se puso algo más serio, cuando empieza a crecer".
Cuando empieza a jugar en el Filathlitikos, un club muy modesto de Atenas que nunca ha jugado en la Primera División, lo hace porque Spiros Velliniatis —su descubridor— convence al club para que encuentren un trabajo a sus padres. "Es un club —relata el periodista granadino— que está muy lejos del barrio de Giannis y le buscan el trabajo a los padres para que puedan sufragar los gastos de ir a entrenar. Luego resulta que los padres no se adaptan a ese trabajo y consiguen que el club les dé un dinero directamente. Esto es algo inhabitual porque estamos hablando de un chaval de 13 años que no ha jugado prácticamente al baloncesto en su vida y que no tiene ninguna condición técnica a destacar, simplemente se le vislumbra un gran potencial físico".
Ahora es fácil escribir sobre un jugador que suma dos MVP, la distinción como mejor defensor del año, el título de NBA, el mayor contrato de la historia con Nike y hasta una próxima película sobre su vida que ya está rodando Disney. "Todo esto —cuenta Puertas— ha llegado mientras yo estaba trabajando en el libro. La épica del relato y el éxito está claro que han ayudado a que la gente quiera conocer ahora al personaje. He tenido mucha suerte con el timing y con cómo se han desarrollado los acontecimientos.
"No sabemos qué hubiera sido de la vida de Giannis si el baloncesto no se cruza en su camino"
¿Cómo es posible que un hijo de inmigrantes ilegales al que no le gustaba el basket ha sido capaz de firmar esta epopeya? El autor de la biografía de The Greek Freak (el fenómeno griego) lo tiene claro: "Hay una especie de serie-documental que hizo Nike sobre él que se llama Self-Made (Hecho a sí mismo). Esto es algo que me chirría, ya que no es cierto. Para que un chaval que vive en ese entorno alcance la NBA tiene que haber mucha gente a su alrededor que eche una mano. Él pone todos los ingredientes físicos y personales, pero para esa superación también necesita tener una pizca de suerte y encontrarse con gente dispuesta a ayudarle en muchos momentos críticos de su historia. Está claro que la suya es una historia de superación, maravillosa en lo humano y especial en lo deportivo. No sabemos qué hubiera sido de la vida de Giannis si el baloncesto no se cruza en su camino".
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