Este 25 de noviembre se cumplen cinco años de la muerte de Diego Armando Maradona, una figura irrepetible cuya influencia deportiva continúa vigente en todo el mundo. A pesar del tiempo transcurrido, el fallecimiento del exfutbolista en Buenos Aires sigue rodeado de interrogantes y controversias que han impedido cerrar definitivamente uno de los capítulos más impactantes en la historia reciente del deporte.
El diagnóstico oficial apuntó a un “edema agudo de pulmón secundario a una insuficiencia cardíaca congestiva reagudizada”, una complicación que habría derivado de un fallo orgánico en un Maradona ya muy deteriorado y que, semanas antes había sido sometido a una cirugía para tratar un hematoma subdural. Sin embargo, esta versión continúa generando dudas entre personas del entorno del exjugador, algunas de las cuales sostienen que su muerte fue, en realidad, un asesinato. "Sin lugar a dudas, Diego fue asesinado", señaló el abogado Fernando Burlando.
Una jueza apartada por intentar aprovecharse del caso
El proceso legal para esclarecer lo ocurrido también ha sufrido sobresaltos. El juicio previsto para el 29 de mayo quedó anulado después de que la jueza Julieta Markintach fuera apartada tras ser descubierta participando en la grabación de un documental no autorizado sobre el procedimiento, un hecho que frenó la investigación judicial y obligó a reiniciar los trámites.
El 17 de marzo del próximo año está previsto que se celebre finalmente el juicio en el que deberán comparecer los siete profesionales sanitarios procesados por presunta mala praxis durante la internación domiciliaria del exfutbolista. Entre ellos figuran el neurocirujano Leopoldo Luque, la psiquiatra Agustina Cosachov, el psicólogo Carlos Díaz, el enfermero Ricardo Almirón, su superior Mariano Perroni, la coordinadora médica Nancy Forlini y el clínico Pedro Di Spagna.
La fiscalía solicita para ellos penas que van desde 8 hasta 25 años de prisión, al considerar que se produjo una falta de supervisión médica y un abandono sanitario que habría contribuido de forma directa al deterioro del estado de salud de Maradona. Las acusaciones describen un periodo crítico en el que, según los investigadores, no se proporcionaron los cuidados mínimos exigibles para un paciente de su complejidad clínica.
Cinco años después, la figura de Maradona sigue ocupando un lugar central en el imaginario de los aficionados y de los equipos que lo veneran como uno de los mayores talentos del fútbol mundial. Sin embargo, mientras las incógnitas sobre su muerte continúen sin resolverse, el legado de El Diez permanece marcado por un sentimiento de duelo inacabado y por la sensación de que Maradona todavía no ha podido descansar en paz.
