El exfutbolista Rubén Gracia, conocido deportivamente como Cani, ha abandonado la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital Miguel Servet de Zaragoza, donde permanecía ingresado tras sufrir un ictus hemorrágico hace algo menos de dos semanas. Ahora ya se encuentra en planta y su evolución es positiva, hasta el punto de que todo apunta a que no sufrirá secuelas derivadas de este episodio.
Cani (Zaragoza, 1981) es uno de los grandes talentos que ha dado la cantera blanquilla en las últimas décadas. Debutó en Primera División el 11 de mayo de 2002 frente al Barcelona en La Romareda, cuando el equipo ya había consumado el descenso. Aquel día, el técnico Marcos Alonso le dio la oportunidad de estrenarse con el primer equipo sustituyendo a Luciano Galletti en el minuto 60. Era el inicio de una carrera marcada por el talento, la visión de juego y la personalidad sobre el césped.
Larga trayectoria
Fue pieza clave en el ascenso del Zaragoza en la temporada 2002-03 con Paco Flores al mando. Con los aragoneses logró una Copa del Rey en 2004 y una Supercopa de España, además de ser finalista en la edición de 2006 frente al Espanyol. En 2006, el Villarreal pagó su cláusula. En 2015 fichó por el Deportivo de La Coruña tras un breve paso cedido por el Atlético de Madrid. Un año después regresó al club de su vida, el Real Zaragoza, junto a Alberto Zapater, con el objetivo de devolver al equipo a Primera, aunque el ascenso nunca llegó.
Finalmente, en 2017 anunció su retirada tras una temporada complicada por las lesiones. Hoy, el fútbol aragonés respira más aliviado: un ídolo, el excentrocampista orgullo de su tierra, continúa recuperándose de manera progresiva y todo indica que volverá a la normalidad tras este duro susto de salud.


