Batalla campal en los vestuarios durante un amistoso en Sanlúcar entre equipos de categoría cadete

El encuentro entre el CD Sanlúcar y el CD Magallanes finalizó antes de tiempo debido a la agresividad mostrada en el terreno de juego. Denuncian que el delegado del equipo visitante abofeteó al responsable del cuadro local. "Mi hijo todavía está con miedo", relata una madre

Una imagen de la trifulca en los vestuarios durante un partido de categoría cadete en Sanlúcar.
15 de septiembre de 2025 a las 23:04h

Un encuentro amistoso de categoría cadete entre el CD Sanlúcar y el CD Magallanes terminó el pasado sábado en una violenta trifulca que ha generado enorme preocupación entre familias y responsables deportivos. El choque, disputado en las instalaciones de la Quinta de la Paz, en Sanlúcar de Barrameda, se vio empañado por insultos, agresiones y una pelea multitudinaria en la zona de vestuarios.

Agresiones en el vestuario y acusaciones cruzadas

Antonio Peña denunció públicamente los hechos, relatando que “a la altura del minuto 70, dada a la agresividad que había en el juego el responsable del CD Sanlúcar, que en ese momento era el delegado del mismo, decide retirar el equipo del campo para evitar males peores”. Según explicó, cuando el equipo local ya se encontraba en el vestuario, “se acerca el delegado del CD Magallanes y le propina una bofetada en la cara, retirándose posteriormente junto con su entrenador, Luis Alba, como si nada hubiera pasado, siendo testigo una multitud de gente mayores y menores de edad los que presenciaron dicha agresión”.

El altercado, calificado por varios asistentes como “una batalla campal”, dejó una profunda huella entre los jóvenes jugadores, que presenciaron el estallido de violencia en un entorno destinado al deporte formativo. La indignación se extendió entre las familias, que exigen responsabilidades y sanciones ejemplares.

Una madre de un jugador del CD Sanlúcar, muy afectada tras lo ocurrido, ha contado a lavozdelsur.es cómo vivió la pelea: "A mí me cogió allí. Esperamos que esto no vuelva a ocurrir. Los niños van a jugar, a hacer deporte, no para que dos personas que no saben comportarse en un campo de fútbol, un entrenador y un delegado de entrenador, hagan esto. Si no saben darle a esos niños el valor de jugar y comportarse en un campo, no deberían seguir entrenando. Hay que enseñarles a jugar y respetar”.

Un instante de la trifulca en los vestuarios.
La misma madre denunció además el impacto psicológico que el episodio ha tenido en su hijo: “Mi hijo todavía está con miedo. Le da pánico enfrentarse con ellos otra vez en liga. El fútbol no puede seguir así, los niños no pueden tener miedo”. También adelantó su intención de acudir a la justicia: “Pienso denunciar a Luis Alba por las vejaciones a mi hijo. Vamos a poner una denuncia contra los entrenadores del Magallanes. Es una vergüenza lo que ha pasado”.
 

El suceso, descrito por testigos como “una locura”, pone de manifiesto la necesidad de erradicar la violencia en el fútbol base y de garantizar que los valores del deporte prevalezcan sobre actitudes que ponen en riesgo la integridad de los menores. Las investigaciones internas y posibles sanciones determinarán ahora el alcance de las consecuencias para los implicados.

 

Sobre el autor

Rubén Guerrero

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