La artista jerezana Marta Orse expone en la Sala Paúl ‘Voy a contarlo todo’.
Lo tuvo claro desde que era niña. Ya en el colegio apuntaba maneras con el dibujo y cuando regresaba a casa dedicaba horas a llenar de luz y color las hojas que toda chiquilla imaginaba en los bocetos de su mente. Se licenció en Bellas Artes en Granada, pasando previamente por la Escuela de Arte de Jerez.
Marta Orse (Jerez, 1987) expone en la Sala Paúl hasta el próximo 5 de febrero la muestra personal Voy a Contarlo Todo. A través de sus obras, la artista reúne mediante la ilustración y la poesía su interés por el ser humano y la memoria. “La exposición trata sobre lo que ocurre cuando una persona deja de formar parte de nuestra vida, tenemos la necesidad de olvidar porque nos hace daño, pero a la vez sentimos la incapacidad de hacerlo”, asegura esta jerezana que vive la puesta a punto de cara a la inauguración con mucha alegría.
Sin perder su sonrisa de oreja a oreja disfruta colocando los cuadros juntos a amigos y familiares, que cuidan cada ilustración con mucho cariño. “Todo lo que hay aquí son vivencias personales. Lo bonito de todo es poder crear, es un acto creativo en el que se dibuja la línea de la realidad, pero se convierte en ficción. Hay mucho autobiográfico en las ilustraciones, pero relacionado con la ficción”.
Ha recorrido países como Luxemburgo o Italia para seguir formándose, esa necesidad con la que muchos jóvenes de hoy en día luchan para abrirse hueco. “Esta profesión tiene cosas buenas y cosas malas. Las cosas malas cierran puertas, pero con las buenas, si sigues trabajando y teniendo constancia, se te van a abrir muchas más. Yo voy a seguir dándome cabezazos contra un muro; alguno se terminará quebrando, las ganas no me faltan nunca”.
La ilustración la descubrió mientras estudiaba, aunque fue en el año 2011 cuando Martínez Roca, perteneciente al grupo Planeta, se puso en contacto con la artista para ilustrar una obra. “Aquello realmente me cogió en pañales porque la ilustración no tiene nada que ver con lo que hacía. Es contar con imágenes algo que otro ha contado con palabras. A mí me gustaba mucho la escultura y jamás me había enfrentado a leer una obra que no era mía, pero nunca dices que no”.
Le inspira la literatura, el cine o la música, ingredientes importantes en su día a día mientras guía a su mano a través de los pensamientos que le surgen en su mente risueña. “Por un lado se siente la necesidad de recordar porque hay elementos que no queremos olvidar, pero el olvido hace siempre su aparición. En esta exposición hago un recorrido por poemas, textos ilustraciones que hablan de la piel, la memoria, es como un duelo de principio a fin”.
Los poemas son de cosecha propia, como el tesón que está poniendo en darle vida a los muros de la Sala Paúl. “La ilustración es narrar algo con imágenes. Nunca había ilustrado algo propio pero un día empecé a escribir por necesidad y me di cuenta que se iban construyendo las imágenes conforme a lo que iba escribiendo”.
Además de ilustraciones, la exposición cuenta también con litografías donde aparecen algunas de las personas más importantes de su vida que amablemente se han prestado como modelos para formar parte de este bonito proyecto. Le gusta la fotografía, una afición que practica con su cámara o con la que viene insertada en el móvil, la cual le permite captar momentos especiales para ella. “Hago fotografías por la calle. Cuando algo me interesa le saco una foto, me gusta mucho fijarme en las personas, las luces o las sombras”.
Voy a Contarlo Todo es un proyecto sobre historias que terminan pero que de alguna manera se quedan a habitar con nosotros, y de lo que ocurre entonces cuando nos encontramos con la necesidad de dejar ir y, a la vez, de recordar. “Espero que esta exposición le llegue a la gente y que en algún momento se puedan sentir identificados o haya algo que les mueva por dentro”.
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