Vicios dinásticos: Felipe III (VI)

Sexta entrega de capítulos del libro 'Vicios dinásticos' de Isabel Canales

Felipe III.
Felipe III.

Nació con ganas de vida bien tranquilo y sosegado, entre algodones criado para no ser malogrado. Llamaron El Deseado, del cuarto matrimonio, el cuarto, los demás, habían fracasado. Era rubio, no muy alto y agraciado, extremadamente dócil, gentil, piadoso, falto de voluntad y decisión y de débil constitución. Bien formado, hablaba varios idiomas: Latín, Francés y Portugués, Matemáticas y Geometría. Estudió con las obras de los clásicos, tradujo al castellano muchas. Gozaba del placer de haber nacido en el Siglo de Oro ofrecido, el arte, la pintura, el teatro, practicar la caza y pasear por el campo.

Internalizó la idea de convertirse en el máximo defensor de la Cristiandad, como destino asignado por Dios. Al igual que su padre ¡Otro con misión divina! 22 largos años de reinado gris y delegado, poco rico y poco capaz, a cuestas con las deudas de su padre que también había heredado. Depositó su confianza en su ayo don Francisco, sólo tenía veinte años y un exhausto tesoro.

Con Margarita de Austria casó, de buen carácter y complaciente, de fea nariz y tremendo prognatismo. Esbelta y de cutis bello, algo tenía que tener para poder compensar su fealdad natural. Nacieron ocho hijos, solo cinco llegaron a la adultez el tercero fue el heredero. Tras el octavo alumbramiento cayó enferma y falleció sin conocer la causa los galenos.

Delegó en su privado el Duque de Lerma, y éste, en Rodrigo Calderón. La gente ya murmuraba: ¿Quién gobierna en cuestión? Era un rey dependiente de avalarse por las Cortes, él, de poco disponía y aquello que tenía, lo jugaba cada día con fruición, el juego era pasión, en las cartas mucho dinero perdió, con los juegos de azar sufría una enfermedad.

El Duque en lo internacional trabajaba expulsando a los moriscos y en su enriquecimiento personal, es el Primer antecedente histórico de especulador inmobiliario, en un gobierno enquistado entre Consejos y Juntas. Los Consejos no estaban capacitados y no estaban coordinados. Las Juntas sí respondían a las necesidades presentes, creían ser los competentes.

Problemas de corrupción, aquejaban a la administración por ende a la Monarquía. El maravedí ya no circulaba como moneda se adoptó el Vellón. Como a su padre en el reinado anterior, tomaron los banqueros de la Corona los Juros o títulos de deuda pública. ¡Un desastre de gobierno, el país no salía de la deuda contraída!

Rodeado estaba de personajes ambiciosos, delegados, validos, hasta el confesor real Aliaga con las llaves del Palacio conspiraba, cobrando inquilinato y ascendió a Inquisidor. Solo queda imaginar un gobierno bipolar, entre el valido Uceda y el inquisidor Aliaga. Favoritismo y soborno, presentes estaban, la Nobleza se basaba en servicios que pagaba, los validos a sus clanes siempre beneficiaban, hasta el punto que al Duque de Lerma once pueblos de Castilla entregó a su favor.

¡El debilitamiento de la monarquía por falta de autoridad, el pueblo veía! Estos hechos le llevo a una crisis monárquica. Entre los privados y validos condujeron el reino sin timón, hacia sus aguas privadas. ¡Con el Rey comenzó la decadencia de la monarquía austríaca!

Las guerras en Europa vaciaron la copa, treinta años duró y dura se sucedió. Historiadores dicen por los bloques, los temas surgidos y los años transcurridos casi se trató de una Guerra Mundial.

Los límites de la Europa conocidos cambiaron su recorrido. El reino tuvo máxima expansión, algunos territorios en Italia, y norte de África incorporó. Con la expulsión de los moriscos provoco y acelero su ruina económica, a sus industrias y cultivos perjudicó.

Le surgió una inspiración, la ocupación de Larache y la Mamora, y sí, lo consiguió, por el caos interno del vecino reino. Esplendor cultural logró con su labor de mecenazgo, el Siglo de Oro con oropel surgió, la novela con Cervantes se expandió, la pintura con Velázquez se conoció, fue su gran amigo y confesor, sin olvidar otros muchos, como Góngora y Quevedo, al propio Rubens utilizó en misiones diplomáticas.

Firmó varios tratados de Paz durante su hegemonía en Europa. Murió con dolor y con pesar, por a sus obligaciones faltar, dejaba a su hijo inexperto de dieciséis años al frente de un reino precario. Marchaba entre remordimientos y fiebres de erisipela se llevan al rey a otra dimensión. Enterrado está en el Panteón de los Reyes de El Escorial.

- F. Alonso-Fernández (médico psiquiatra) en su libro Historia personal de los Austrias españoles, lo describe “como una persona de dotación intelectual escasa o mediocre, casi en el umbral de la deficiencia mental”.

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Isabel Canales

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