La Esfera de los Libros nos trae dos lecturas de verano para quienes no desconectan en agosto. Payne y Palacios desmontan y reconstruyen a Franco con bisturí de historiador; Woodward entra en los despachos donde Trump, Biden y Putin mueven piezas que alteran el tablero mundial. Dos formas de narrar el poder: una desde el archivo, otra desde la inmediatez.
Franco - Stanley G. Payne y Jesús Palacios (La Esfera de los Libros)
Medio siglo después de su muerte, Franco sigue dando titulares, más por la batalla sobre su recuerdo que por lo que queda por descubrir. Payne y Palacios asumen un reto que en España casi siempre acaba en trinchera: escribir una biografía sin encomendarse ni al mito ni al ajuste de cuentas. Lo hacen con fuentes primarias, documentos de la Fundación Nacional Francisco Franco y el testimonio de su hija Carmen, para dibujar a un militar que se convirtió en el dirigente más longevo de nuestra historia reciente.
Desde su niñez en Ferrol hasta la cama de hospital en La Paz, el recorrido abarca la sublevación de 1936, la arquitectura del régimen, el pulso con el Eje en la Segunda Guerra Mundial y su posterior viraje hacia Occidente, la relación con Juan y Juan Carlos, las maniobras para garantizar la sucesión y su negativa a embarcarse en la carrera nuclear. Todo sin obviar su papel en la represión que siguió a la guerra.
Los autores no se limitan a poner fechas. Interpretan a Franco como producto de su tiempo y, al mismo tiempo, arquitecto de una España moldeada a su imagen. Encarnó el conservadurismo de posguerra, pero presidió —quizá sin quererlo del todo— una apertura económica que erosionó el propio armazón social que sostenía su poder.
La paradoja final es evidente: el régimen empezó a perder fuerza antes que su creador, la vida. La España de 1975 ya era otra, y ese cambio, controlado, pero real, explica por qué su final político fue menos abrupto de lo esperado. El hombre que quiso dejarlo todo atado dejó, en parte, las herramientas para desatarlo.
Guerra - Bob Woodward (La Esfera de los Libros)
Woodward, el periodista que junto a Bernstein destapó el Caso Watergate, regresa con la misma precisión quirúrgica, esta vez para contar el poder en tiempo real. Guerra arranca con una escena de 1989: cena en Nueva York donde un joven Trump lanza una pregunta que resuena como una profecía: “¿No sería increíble que ustedes me entrevistaran?”. Décadas después, esa frase abre un relato que incluye al propio Trump, a Biden y a Putin, en una partida que va de Ucrania a los pasillos de la OTAN, alianza donde Dondald se siente como pez en el agua.
La investigación se apoya en entrevistas bajo la norma del deep background -un acuerdo periodístico que permite al reportero usar la información obtenida, pero sin atribuirla a la fuente de ninguna forma, ni siquiera con fórmulas genéricas, integrándose en el texto como conocimiento contextual o propio, sin revelar su procedencia directa-; documentos clasificados y fuentes que conocen de primera mano lo que ocurre en las salas donde se toman decisiones que afectan al planeta. Woodward construye un fresco coral en el que la política exterior de Estados Unidos se mezcla con los impulsos personales de sus líderes.
El libro muestra cómo, en el poder contemporáneo, un gesto improvisado puede alterar alianzas, cómo las lealtades privadas pesan en la estrategia militar y cómo una conversación aparentemente trivial cambia el curso de una negociación internacional.
Leído así, Guerra es un manual de lectura del poder global, donde la psicología y el ego cuentan tanto como las cifras y los planes. Y donde cada decisión es una ficha que, al caer, hace temblar todo el tablero. Y así seguimos.
